El desabasto de combustibles en algunas regiones del país se debe a la sobredemanda de gasolinas y al robo del energético mediante tomas clandestinas, aseguró Pemex Transformación Industrial, al rechazar que haya un trato discriminatorio en contra de algunos grupos gasolineros.

Explicó que el tema del abasto es por “algunos eventos que hemos enfrentado, como cierre de puertos por mal tiempo y el problema de las tomas clandestinas que retrasa la entrega del producto.

Sin embargo, las compras de pánico que la gente realiza con bidones y con largas filas que jamás se habían visto en las estaciones de servicio crean situaciones extraordinarias.

Blanca Estela Coeto Mateo, gerente de estaciones de servicio dependiente de Pemex Transformación Industrial, informó a La Jornada que la sobredemanda de gasolinas es de 40 por ciento, al pasar de un promedio de un millón de barriles diarios a un millón 400 mil barriles al día.

Para cubrir este déficit se está cubriendo la sobredemanda con carrostanque y reparando las tomas clandestinas en tiempo récord.

Cabe señalar que el robo de combustibles mediante las ordeñas de ductos representa un quebranto para la empresa productiva del Estado de alrededor de mil millones de dólares anuales, situación que tendrán que enfrentar los nuevos inversionistas en la industria.

Al respecto, Blanca Estela Coeto señaló: Sobre las tomas clandestinas existe toda una estrategia de inteligencia que se está manejando para la protección de la infraestructura de Pemex. Son cuestiones que se tendrán que revisar con las autoridades para dar certidumbre a esta inversión privada que viene en infraestructura. Seguramente recibiremos el apoyo del gobierno federal y de las autoridades competentes y mitigaremos estos efectos.

Aseguró que después de que se informó el incremento del precio de las gasolinas a partir de enero de 2017, se incrementarán las compras de pánico, pero destacó que por el tema de contratos de suministro no habrá desabasto. En materia contractual, nadie se quedará sin suministro, pero las compras de pánico sí nos preocupan, acotó.

Señaló que las refinerías operan de manera normal y en el caso de alguna situación en la que se tenga que hacer una revisión no programada se cuenta con gasolinas de importación.

Aseveró que en ningún momento y en ninguna de las regiones del país se ha condicionado la venta de combustibles a la renovación de los contratos de venta y comercialización de los mismos que entrarán en vigencia a partir del primero de enero de 2017.

Anunció que para las estaciones de servicio que al 31 de diciembre no se hayan adherido al nuevo modelo de contratos de venta y distribución de combustibles se implementa un mecanismo de venta para que no se queden sin suministro a partir del primero de enero de 2017.

Solamente que ahora sería con un esquema distinto de pago, en condiciones diferentes. El suministro está garantizado. El cambio sería en materia de crédito y pago.

Informó que de las 12 mil gasolineras que existen en el país, 4 mil 500 son estaciones cuyos contratos vienen desde 2014 y se vencen el 31 de diciembre de 2016, de los cuales 90 por ciento ya están renovados.