En enero de 2017 los productos de la canasta básica costarán entre 5 y 8 por ciento más, debido al aumento en los precios de las gasolinas y el diésel, y su ajuste diario a partir del 18 de febrero, estimó el comercio organizado de la Ciudad de México, a lo cual se sumará el incremento que acumularon entre enero y noviembre de este año, que fue de 25 por ciento.

Con este comportamiento de precios, afirmó el presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco), Humberto Lozano, el aumento al salario anunciado hace unas semanas quedará pulverizado, pues el costo de los productos será ajustado paulatinamente, en cuanto los productores y distribuidores resientan los nuevos costos de los combustibles.

Adicionalmente, algunos artículos de exportación de uso personal y electrodomésticos, entre otros, podrían elevar su precio, sobre todo por la incertidumbre de lo que pueda ocurrir entre el 20 de enero, cuando toma posesión Donald Trump como presidente de Estados Unidos, y el 18 de febrero, que se inicia el ajuste diario al precio de las gasolinas.

El representante del sector comercial explicó que son cuatro los factores que incidirán en los precios de los productos: el aumento salarial, si son importados, la generación de energía para sus procesos internos y el alza en los combustibles, por lo cual vemos muy difícil que no suban los precios a partir de enero, ya que hemos absorbido este año 17 por ciento de los costos de servicios.

Evitar aumentos irracionales

La formación de un frente común de comerciantes e industriales, que se dará a conocer la primera semana de enero, buscará que el alza al precio de los productos básicos sea entre 3 y 5 por ciento, con la finalidad de no afectar aún más el bolsillo de la gente, por lo que la verificación de la Procuraduría Federal del Consumidor será muy importante para evitar alzas irracionales, afirmó.

Asimismo, descartó un incremento en el precio del kilo de tortilla, porque el gobierno federal otorga un subsidio al maíz, y del pan, pues la Cámara Nacional de la Industria Panificadora no ha informado si moverá sus precios, pero elos aumentos en el costo de la gasolina y el diésel tendrán impacto inmediato en los precios de todos los artículos, por la intervención del transporte como insumo.

Ada Irma Cruz, presidenta de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope), señaló que dicha movilidad en los precios se registrará una vez que productores y distribuidores resientan los nuevos costos, reflejados en aumentos en los servicios de transporte y flete para la entrega de la mercancía.

Así que los pequeños comerciantes, empresarios y prestadores de servicios ajustarán sus precios al consumidor, en la medida que la cadena de producción y de distribuidores mayoristas se los hagan llegar, considerando que el sector de las micro, pequeñas y medianas empresas son la última instancia en la cadena de distribución y quedan a merced de ésta.

Como ha sucedido en otros años, comentó, el sector buscará absorber el aumento que tendrá desde el primer día del año la movilización de sus mercancías; sin embargo, no es posible determinar cuánto tiempo será operable amortizar ese costo, lo que traerá un menor consumo y una contracción del mercado interno, cuando lo que se requiere es expandirlo.

De acuerdo con el índice de precios de la canasta básica, elaborado por la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco), el costo de los cien productos que la integran registró un incremento de 25 por ciento de diciembre del año anterior a noviembre de éste, al pasar de 2 mil 578.52 pesos a 3 mil 226.86, lo que significa para una familia destinar 44 salarios mínimos para adquirirla.

Los nueve rubros de la canasta registraron incrementos: frutas, 61.20 por ciento; abarrotes no comestibles, 45.3; abarrotes comestibles, 26.2; verduras y hortalizas, 24.9; pescados y mariscos, 16.6; granos y semillas, 8.9; cereales y tubérculos, 8.5; salchichonería y lácteos, 8.5, y aves y cárnicos, 7.8 por ciento, precisó la dependencia.

El aceite 1-2-3, por ejemplo, subió 5.61 por ciento en los pasados 11 meses, para venderse en 26 pesos; el café soluble, 10.42 por ciento, a 50.70; el Chocomilk, 12.94 por ciento, 60 pesos; el pan dulce, 11.83 por ciento, siete pesos en promedio, aunque en algunas panaderías de cadenas una pieza oscila entre 10 y 19 pesos, y la pasta para sopa, 4.45 por ciento, 6.10 pesos.

Asimismo, el kilo de arroz subió 11.49 y se vende en 23 pesos; el frijol negro, 9.89 por ciento, 27 pesos; el garbanzo, 9.58 por ciento, 36 pesos, y la lenteja verde, 10.1 por ciento, 26 pesos. En tanto, la leche pasteurizada aumentó 13.3 por ciento en promedio al venderse en 17 pesos el litro; las verduras y hortalizas tuvieron alzas de entre 15 y 42.83 por ciento, y las frutas de 7.63 a 60 por ciento.

En un recorrido por mercados públicos y tianguis se observó que los productos no tenían ningún letrero con el precio, pues todos los días cambia, según lo compramos en la Central de Abasto, y ahora con el alza a las gasolinas y el diésel, el golpe será más fuerte para las familias, quienes ya de por sí han dejado de comprar muchas cosas, sobre todo frutas, comentaron algunos comerciantes.

Varias amas de casa consultadas señalaron que el dinero ya no rinde. Todos los días pagas de 50 centavos a un peso, o más, de aumento por chiles, jitomate o cebolla, que se vende hasta en 40 pesos el kilo, igual que el aguacate. Las frutas son de vez en cuando y la carne y el pescado ya son prohibidos, por su costo, por lo que muchas veces los sustituimos por verduras, frijolitos, arroz y tortillas.