En el país se comercializan 60 millones de ejemplares
Lunes 26 de diciembre de 2016, p. 34
En la década reciente, el mercado de los peces de ornato ha crecido 250 por ciento, un incremento histórico tras 66 años de existencia, explicó Leopoldo Villa Velázquez, presidente del Sistema Producto Acuícola Ornamental de la Ciudad de México.
De acuerdo con estadísticas de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), en el país se comercializan 60 millones de organismos vivos, los cuales proceden de cerca de 700 unidades productoras localizadas en 23 estados. El valor total de esta industria es de 4 mil 500 millones de pesos.
Morelos es el líder en la producción de estos peces, con 32 millones; Yucatán tiene un rendimiento de 15 millones, de los cuales exporta 70 por ciento a Estados Unidos. También se producen en Michoacán, Baja California, Tlaxcala, Veracruz, Jalisco, estado de México, Guanajuato, Campeche, Guerrero, Hidalgo, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco y Tamaulipas. El mercado potencial para las 160 especies que se cultivan en el territorio nacional son Estados Unidos y Japón, principalmente.
En el mercado de la acuariofilia, explica Villa Velázquez, también productor, se encuentran especies muy económicas cuyo precio va de cinco a 30 pesos; otras, que presentan albinismo, valen 300 pesos; el pez disco, de acuerdo con su tamaño cuesta entre 250 pesos y 2 mil 500, por ejemplo.
Las especies cuya genética ha sido modificada por los asiáticos –les han inyectado genes de medusas y corales para que sean fluorescentes
– van de 7 a 8 mil pesos, añade.
El pez molly, gurami, beta, guppy, espada, koi, cebra y gato, especies de agua dulce, y el payaso, cirujano, ángel y caballito de mar, de agua salada, son los que se destacan por su comercialización.
Las variedades molly, guppy, cebra y espada, por ejemplo, vinieron de Asia al mercado nacional. Hace siete años llegaron los primeros ejemplares; la cebra se hizo muy popular por sus colores azul, rosa, verde y morado, y posteriormente se logró su reproducción. No hemos logrado reproducir el pez ángel, por esto también su precio es elevado
.
Luis Alfonso López, de 10 años, compró unas de esas especies baratas para tener un acuario, el cual comenzó con ejemplares japoneses, tiburón pangasio y pez gato. Quería saber qué hacían, conocerlos un poco más, porque tenía tortugas
, dice.
Su entusiasmo y curiosidad por las peceras caseras lo llevó a tener tres –dos de 20 litros y una de 50–, padeció la pérdida de algunos ejemplares por, explica, no tener los filtros adecuados. Tres años le bastaron para aprender: los acuarios redondos no son recomendables; hay especies que no deben estar en el mismo espacio, aunque los vendedores afirmen lo contrario, y es un pasatiempo que requiere paciencia e investigación, pues no hay que creer todo lo que se ve en las redes sociales
.
En la década pasada los precios para un acuario bajaron 40 por ciento debido a la expansión de las industrias que se multiplicaron ante la demanda. Este entretenimiento es considerado terapeútico, acota Villa Velázquez.