Tesoro en disputa
s un millar de obras de arte de los escitas, hunos y godos, elaboradas por creadores inigualables de esas culturas. Por décadas estuvieron expuestas en cinco museos de Ucrania, cuatro de ellos ubicados en la región de Crimea. Entre febrero y agosto de 2014 ese tesoro se mostró con enorme éxito en las salas del Museo Arqueológico Allat Pierson, de la Universidad de Ámsterdam, con el nombre Crimea: oro y secretos del mar Negro. Antes fueron exhibidas en Bonn, Alemania.
Pero con la anexión de Crimea por Rusia en marzo de ese año, dicho tesoro se convirtió en centro de disputa internacional. Por un lado, Ucrania exigió a Holanda la entrega de todas las piezas una vez que terminaron de exponerse en Ámsterdam, para que hagan parte del museo arqueológico de Kiev. Alega que la anexión de Crimea fue un acto ilegal, condenado por la comunidad internacional de naciones. Por su parte, las nuevas autoridades de lo que ahora es una provincia rusa alegan que, por ética, las que por siglos estuvieron en sus cuatro museos deben regresar a ellos. Destacadamente las piezas de oro escitas.
Recientemente la justicia holandesa decidió que todas esas obras de arte se devuelvan al Estado soberano que las cedió en su día
. Basan su resolución en lo que al respecto fijó la Unesco en la convención celebrada en 1970 donde se acordó combatir el tráfico ilegal de patrimonio cultural internacional. Holanda se adhirió a esa convención en 2009.
Mientras Ucrania celebró que les devuelvan el millar de obras de arte, las autoridades de Crimea analizan la posibilidad de demandar el fallo en los tres meses fijados para ello por la justicia holandesa. Alegan que la mayoría de los objetos en disputa fueron hallados en su territorio y los consideran parte de su herencia inalienable
, aun cuando los museos donde estaban originalmente dependan ahora de Rusia.
En el fallo de la justicia holandesa se especifica que Ucrania debe pagar 100 mil euros a la Universidad de Ámsterdam por los gastos que ha realizado para mantener en buen estado el millar de piezas. Entre ellas sobresalen cajas de laca china, collares y otros objetos de oro, algunos de ellos adornados con piedras preciosas y cristal de cuarzo; corazas de bronce, tejidos y vasijas diversas, que dejaron a su paso griegos, romanos, venecianos, genoveses y otras culturas del centro y norte de Eurasia.
Cabe recordar el expolio que Inglaterra realizó en 1802 de parte de los frisos del Partenón, ejemplo máximo del arte dórico. Grecia estaba ocupada por el imperio otomano. Los frisos son lo más admirado en el British Museum de Londres. Desde que se liberó del yugo turco, Grecia los reclama para agregarlos a los que se salvaron del saqueo y se encuentran en el Museo Arqueológico de Atenas.