La Central de Organizaciones Campesinas y Populares (Cocyp) apoya la cancelación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ya que por este acuerdo, afirmó, 30 por ciento de los 30 mil ejidos del país se convirtieron en núcleos de población sin producción agrícola.

José Jacobo Femat, presidente de la Cocyp, apuntó que los campesinos malbarataron sus tierras y ellos y sus hijos se convirtieron en jornaleros. Otras consecuencias que ha dejado el TLCAN son violencia, pérdida de la biodiversidad y bajos salarios.

Expuso que los campesinos que no han vendido su tierra sufren de una triple presión: hambre, abandono del gobierno y violencia criminal para que la abandonen. Esto revela que ni la globalización, la firma de tratados internacionales de libre comercio y las transformaciones tecnológicas de los pasados 40 años generaron el paraíso prometido por los gobiernos neoliberales al pueblo mexicano.

La Cocyp, dijo, demanda acuerdos económicos de equidad y transparencia que generen bienestar social a las comunidades.