Las tasas de interés de referencia seguirán en aumento en los próximos meses y ello tendrá un impacto proporcional en el costo que pagan empresas y familias por los créditos que toman de la banca, anticipó este miércoles Ernesto Torres Cantú, director general de Banamex.

El mundo ya no está en un ciclo de tasas de interés a la baja, apuntó. No obstante, consideró que el costo de los préstamos va a seguir siendo muy accesible para las personas. Por ello es un buen momento todavía para contratar préstamos para la compra de vivienda, consideró.

En Estados Unidos ya comenzó el ciclo de alza de tasas de interés –este miércoles el banco central de ese país elevó sus tasas por segunda vez en una década– y ese movimiento empezó antes en México, añadió Torres Cantú en un encuentro con la prensa.

Es un hecho que las tasas ya no estarán en niveles mínimos históricos, como ocurrió a partir de la crisis financiera de 2008-2009, cuando los bancos centrales las redujeron para estimular la actividad económica. Sin embargo, los niveles actuales del costo del financiamiento siguen siendo buenos, consideró.

En el caso de Citibanamex no cambia la previsión sobre colocación de crédito por el alza en las tasas de interés, aseguró.

Este jueves se reúne el Banco de México para decidir sobre movimientos en su tasa de interés de referencia, que ya se ha incrementado de 3 por ciento en diciembre de 2015 a 5.25 por ciento. Torres Cantú comentó ayer que Citibanamex espera un nuevo incremento, en esta ocasión de un cuarto de punto porcentual.

La tasa de interés de referencia del Banco de México determina el costo que los usuarios de crédito pagan por el financiamiento que reciben de los bancos. Los créditos hipotecarios ya contratados están a tasa fija, por lo que no tienen alteración con los movimientos.

Banamex elevará el costo de los nuevos préstamos que coloque, en proporción con los aumentos que tengan las tasas de referencia, explicó.

En los siguientes meses la volatilidad que ha caracterizado la operación de los mercados financieros podrá ser mayor, consideró Torres Cantú. Sin embargo, consideró que la economía mexicana está bien preparada para enfrentar esos episodios.

Persisten problemas como la corrupción, la falta de observancia de las leyes o la inseguridad en algunas regiones, dijo. Sin embargo, la economía ha mostrado en los últimos meses de volatilidad, depreciación del peso, caída de la actividad industrial de Estados Unidos –el principal destino de las exportaciones nacionales– y desplome del precio del petróleo que tiene capacidad de adaptarse, que es flexible y se encuentra diversificada en sus fuentes de crecimiento interno y externo, apuntó.

Ahora que se han generado temores por las propuestas que en campaña hizo el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de deportar masivamente a mexicanos y sacar a su país del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la economía de México tiene capacidad para absorber ese tipo de choques, consideró.

Puso de ejemplo que en los ochos años del presidente Barack Obama Estados Unidos ha deportado a 3 millones de mexicanos y, aun con ese movimiento la economía del país ha seguido creando empleos y se han elevado los salarios por encima de la inflación.

Desde que entró en vigor el TLCAN en 1994, la industria manufacturera de Estados Unidos ha perdido 4 millones de empleos. En el mismo periodo, en México se crearon 400 mil plazas en la manufactura.

No es que el empleo se haya venido de Estados Unidos a México, sino que el avance tecnológico hace que se requieran menos trabajadores para producir una computadora, un coche o cualquier otro producto. Por eso se perdió empleo en Estados Unidos, no por el TLCAN, dijo.