Hizo gala de la velocidad y ritmo de sus cuerdas en el Auditorio
Viernes 9 de diciembre de 2016, p. 9
El estridente sonido de las cuerdas envolvió a la multitud que al unísono gritó ¡Master, Master!
, dirigidos por el ritmo a gran velocidad impuesto por los cellos de Apocalyptica, grupo que llevó a sus fanáticos al éxtasis durante su concierto la noche del miércoles en el Auditorio Nacional, con un repertorio, que además del cover de Master Of Puppets, original de Metallica, incluyó un fragmento del Himno Nacional.
Los finlandeses subieron el telón con Reign Of Fear, de su más reciente álbum, Shadowmaker, a la cual siguió su versión instrumental de Refuse/Resist, pieza original de la banda brasileña Sepultura, en la que las largas cabelleras de Eicca Toppinen y Perttu Kivilaakso se sincronizaron para el clásico headbanging.
Un poco de improvisación
Tras la interpretación de Grace, el artista estadunidense Franky Perez se unió al cuarteto –integrado también por Paavo Lötjönen y el baterista Mikko Sirén– para cantar I’m Not Jesus, te- ma grabado por Corey Taylor (Slipknot) para el álbum Worlds Collide de los finlandeses, y que elevó el ánimo entre los más de 9 mil asistentes al concierto.
Sin embargo, fue la ejecución del clásico de Metallica, con un poco de improvisación, la que inspiró al público a sacudir las cabezas, tocar la guitarra o la batería de aire, agitar los puños en alto, y la que brindó a la banda la primera ovación de la noche.
Parece que tenemos algunos fans de metal en casa. Creo que sí ¿Están listos para el metal?
, preguntó Toppinen para presentar Inquisition Symphony, a la que siguió el sosegado tema Bittersweet, que mostró el sonido más acústico del grupo, el cual fue coreado casi en susurro por cientos de asistentes, pues en la versión grabada lleva las voces de Ville Valo (HIM) y Lauri Ylönen (The Rasmus).
Una poco de El rey
Después vendrían temas de su nuevo disco, como Till Death Do Us Apart, Shadowmaker, Cold Blood y Riot Lights, que intercalaron con las piezas Hope y Not Strong Enough, además de un fragmento de El rey, original de José Alfredo Jiménez, que fue interpretada en español y a capella por Franky Perez. ¡México!
, exclamó antes de iniciar, y de inmediato la respuesta fue un coro multitudinario: sé que tendrás que llorar, llorar y llorar...
; mientras el resto de la banda miraba sonriente.
El cantante, quien se unió a los finlandeses en esta gira tras la colaboración en el disco más reciente de la banda, pidió un aplauso para estos cuatro músicos tan increíbles
, que derivó en una ovación, mientras de los cellos ya salían las notas del sencillo que da nombre a la mencionada placa discográfica. Al final, Eicca preguntó quién ya la tiene, y ante la respuesta, bromeó: “¿Qué pasa con los demás?
“Este año es el 20 aniversario del disco Plays Metallica by Four Cellos –su opera prima– y ustedes nos han apoyado todo este tiempo. Es increíble. Vamos a celebrar con una redición del material y el próximo año vamos a hacer un tour especial con él. Esperamos estar aquí”, dijo To-ppinen antes de tocar la versión instrumental de Seek and Destroy, original del cuarteto de California, en el que Eicca además del cello tocó la batería, y Perttu terminó acostado en el escenario sosteniendo su instrumento con los pies mientras tocaba.
¿Quieren una última canción? Los castigaremos con una pieza de música clásica
, dijo el líder del cuarteto; pero antes de tocarla Kivilaakso interpretó las notas del cántico Oéoeoeoé, oe, oé
, que hiló al Himno Nacional, y los colores de la bandera mexicana se proyectaron en la pantalla, lo que desató la euforia del público, que cantó una estrofa. Entonces llegó Hall Of The Mountain King.
Después de un breve receso, Apocalyptica regresó para tocar Nothing Else Matters, de Metallica, cuyo coro fue casi murmurado por los asistentes; I Don’t Care –en la voz de Perez– y One, también de la banda californiana, una canción que desafortundamente nunca está fuera de tiempo
, dijo Eicca, y en la que Mikko, el baterista, apareció con la playera de la selección nacional de futbol.
Muchas gracias, México. Son fantásticos, los amamos. Nos vemos pronto, porque Apocalyptica regresará. Es un hecho
, se despidió Toppinen. La banda tocó el martes en Monterrey, Nuevo León, y ayer en la ciudad de Guadalajara como parte de su Shadowmaker Tour.