Uno a uno pasaron a que les impusieran su última medalla al mérito. Durante 10 años, en promedio, sirvieron a la Policía Federal (PF) detectando drogas y armas, participando en operativos contra grupos delictivos o apoyando en la búsqueda y rescate de personas atrapadas en escombros, o colaborando en la detección de explosivos y armamento en puntos de revisión durante las visitas papales o de dignatarios.

Este fue su último día como agentes. Los nueve estuvieron presentes en la primera ceremonia de jubilación de caninos policías. Desde hoy serán candidatos a ser adoptados por una familia para pasar sus últimos años como canes normales.

En una ceremonia encabezada por el titular de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), Renato Sales Heredia, los nueve agentes caninos –de las razas pastor, belga, malinois y labrador, Max, Claudia, Tokio, Uva, Tito, Jerry I, Rosty, Lucy II y Pepe– pasaron a retiro. Y para que se incorporen a una familia fueron entregados a la Federación Canófila Mexicana.

Los manejadores de cada agente canino dieron testimonio de sus vivencias al lado de sus compañeros perrunos. Dijeron que habían sido, durante ocho a 10 años, sus confidentes, los depositarios de sus confianzas y de su vida, los invaluables contagiadores de alegría y valor en cada misión.

En ese contexto, el comisionado general de la PF, Manelich Castilla Craviotto, resaltó que con actos de este tipo los agentes caninos dejan de ser una herramienta o un objeto inventariado en la corporación.

El jefe policiaco dijo: “Tenemos la obligación y la convicción de mantener y aumentar los esfuerzos para la valoración de la vida animal, empezando por casa, por nuestra Policía Federal; las y los oficiales caninos son alguien y no un ‘algo’, por ello, la ética que guíe nuestro trato con ellos debe contener principios morales fundamentales.

“Contrario a lo que ocurría hace algunos años, cuando los ejemplares caninos eran tipificados como un bien o una herramienta en la institución y se les trataba como tales, hoy, en la práctica, se les reconoce como lo que son: oficiales caninos al servicio de la seguridad ciudadana.

Como sociedad debemos entender que así como las personas tenemos derecho a la vida, los animales también lo tienen; es un tema que requiere una larga reflexión. Como sociedad tenemos mucho que hacer en materia de reconocimiento a los derechos de los animales.

Tras la ceremonia oficial, los nueve agentes caninos y sus manejadores posaron para los fotógrafos, mientras una orquesta tocaba en su honor. Luego fueron entregados a la Federación Canófila.