Impulsor de un mayor control fronterizo, es el tercer general convocado por el magnate
La revista Time nombra hombre del año al multimillonario, quien agradece el gran honor
El presidente electo designa al gobernador de Iowa, Terry Branstad, como embajador en China
Jueves 8 de diciembre de 2016, p. 29
Nueva York.
El presidente electo Donald Trump nombró a otro ex general a un gabinete que cada día se parece más a una junta de ex militares y financieros multimillonarios, aunque al mismo tiempo, tal vez para diversificar un poco, también seleccionó a la ex jefa de la lucha libre profesional para sumarse a su gobierno, mientras continuaban los esfuerzos para revertir la elección del recién nombrado hombre del año (y demagogo) por la revista Time.
Trump nombrará (aún no es oficial) a John Kelly, general retirado de los marines que ha insistido en la necesidad de imponer mayor seguridad en la frontera con México, como secretario de Seguridad Interior. Su último mando –se jubiló en enero– fue el comando sur, que abarca unos 32 países de América Latina, así como la base militar de Guantánamo (México excluido) cuyas principales misiones son programas de capacitación militar y abordar las llamadas amenazas transfronterizas
de la guerra contra el narcotráfico y la migración. Anteriormente, su destacada carrera incluyó participación en la guerra en Irak durante varios años entre 2003 y 2008. Su hijo fue muerto en combate en Afganistán.
Kelly ha vinculado la amenaza del terrorismo al control de inmigración, alertando al Congreso el año pasado de que organizaciones terroristas
podrían usar las mismas rutas y redes ilícitas de contrabando humano para mover operativos con intenciones de causar graves daños a nuestros ciudadanos y hasta traer armas de destrucción masiva a Estados Unidos
. Como parte de ello, resaltó la vulnerabilidad
que presenta la frontera con México.
El Departamento de Seguridad Interior que encabezará comprende las agencias de protección fronteriza, aduanas y servicio de inmigración. Algunos defensores de inmigrantes reaccionaron con alivio, ya que Kris Kobach, otro candidato al puesto, arquitecto de leyes y normas antimigrantes estatales y locales, no fue puesto a cargo de las fuerzas migratorias del país.
Kelly será el tercer general retirado en ser llamado al gabinete de Trump, junto con James Mattis como secretario de Defensa y Michael Flynn como asesor de Seguridad Nacional. Otros ex generales están en lista de espera.
Trump también ha seleccionado a uno de los principales enemigos del movimiento ecológico y aliado de la industria de hidrocarburos como próximo jefe de la Agencia de Protección Ambiental (EPA). Scott Pruitt, actual procurador general de Oklahoma, ha demandado legalmente a la misma agencia que encabezará en oposición a sus normas y ha sido una voz prominente contra el consenso científico mundial sobre las causas del deterioro ecológico del planeta.
Mientras tanto, Trump seleccionó al gobernador de Iowa, Terry Branstad, como embajador en China, en una movida que provocó confusión, ya que el nominado es percibido como amigo de China
por su larga relación con la cúpula política de ese país, aunque la semana pasada el presidente electo había provocado un desconcierto diplomático con Pekín al romper con la tradición de más de cuatro décadas y comunicarse directamente con la presidenta de Taiwán. El gobernador conoció al actual presidente chino Xi Jinping hace 30 años, cuando éste era un funcionario rural que estudiaba prácticas agrícolas en Iowa durante el primer periodo de Branstad como gobernador.
Al mismo tiempo, el presidente electo nombró a Linda McMahon, cofundadora y ex ejecutiva en jefa de World Wrestling Entertainment –la principal empresa de espectáculos de lucha libre profesional– como jefa de la Administración de Pequeños Negocios (SBA). Ella y su marido conocen a Trump desde hace décadas, armaron una batalla de los multimillonarios
y donaron 6 millones de dólares a su campaña electoral.
Trump también envió hoy otros mensajes contradictorios sobre sus posiciones políticas –como ha sido práctica desde que fue electo– sobre el destino que le espera a unos 750 mil inmigrantes indocumentados jóvenes, protegidos temporalmente de la deportación por orden ejecutiva a través del programa conocido como DACA.
En una entrevista con la revista Time, comentó en torno al DACA: vamos a trabajar sobre algo que dejará a la gente contenta y orgullosa
. Agregó que los jóvenes fueron traídos aquí a una edad muy joven, trabajaron aquí, fueron a la escuela aquí. Algunos fueron buenos estudiantes, algunos tienen empleos maravillosos
, y ahora están en una especie de limbo porque no saben qué sucederá
. Pero no ofreció mayores detalles, ni declaró si anulará su promesa de revertir el DACA.
A la vez, Trump fue declarado la persona del año
por la revista Time, pero la explicación de la decisión no fue un elogio: “Por recordar a Estados Unidos que la demagogia se alimenta de la desesperación y que la verdad es sólo tan poderosa como la confianza en quien la dice; por dar poder a un electorado oculto al llevar al primer plano sus furias y… transmitir en vivo sus temores…, Donald Trump es la persona del año de Time en 2016”. Trump sólo dijo que “es un gran honor… especialmente porque crecí leyendo la revista Time”.
Mientras tanto, continúan los esfuerzos por buscar la manera de evitar la coronación de la persona del año. Por un lado se sigue promoviendo una rebelión dentro del Colegio Electoral que emitirá el voto oficial el 19 de diciembre, para intentar negarle a Trump los 270 votos electorales necesarios. La posibilidad es muy remota, pero ayer el primer elector republicano, Christopher Suprun, de Texas, anunció que no emitiría su voto por Trump e invitó a otros a obedecer a su conciencia y hacer lo mismo. Siete del lado demócrata ya habían invitado a sus colegas a esta rebelión.
A la vez, los esfuerzos para un recuento en tres estados claves –Michigan, Wisconsin y Pensilvania– proceden con algunos atorones legales, y ayer un grupo de votantes en Florida presentó una demanda legal solicitando un recuento del voto en ese estado. Mientras tanto, la ventaja de Clinton sobre Trump en el voto popular alcanzó mas de 2.7 millones.