Monterrey, NL.

Decenas de trabajadores de casinos protestaron la tarde de ayer frente al Congreso local para rechazar el impuesto de 10 por ciento al consumo que proponen el Ejecutivo y la legislatura. De acuerdo con los inconformes, el gravamen pone en riesgo entre 10 mil y 20 mil empleos.

Con pancartas y consignas, los casi 100 manifestantes expresaron su repudio a la propuesta contenida en el presupuesto 2017 que el gobernador Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, envió al Legislativo para paliar el déficit de las finanzas públicas.

Las autoridades deben tomar en cuenta los empleos que se verán afectados. Quieren que paguemos unos cuantos por los malos manejos del gobierno, dijeron los empleados.

La propuesta de gravar con 10 por ciento el consumo en los casinos que operan en la entidad fue avalada por el pleno del Congreso, pero el martes el coordinador de los diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Marco González, dijo que eso afectaría a la industria y propuso un aumento de 2 por ciento anual durante cinco años.

El coordinador de la bancada de Movimiento Ciudadano, Samuel García, dejó entrever que empresarios de casinos podrían sobornar a diputados y echar abajo la propuesta del nuevo gravamen.

De su lado, el coordinador del Sindicato Nacional de Trabajadores y Operadores de Establecimientos de Diversiones, Raúl Valle, señaló que alrededor de 20 mil empleos directos e indirectos estarán en riesgo si se aprueba la propuesta.

Representantes de los empleados de casinos llevaron a la oficialía de partes del Congreso un documento de rechazo a la iniciativa. Aunque hubo conatos de riña, se mantuvo la calma y los inconformes se retiraron después de pasar poco más de una hora en el recinto legislativo.

En entrevista, el diputado Samuel García rechazó que la reforma tributaria planteada ponga en riesgo los empleos de los casinos y aseguró que beneficia a los trabajadores porque regula sus contratos. Todo el mercado de Nuevo León está a expensas de los 18 casinos que ya existen. Que no nos vengan a decir que no hay lucro; son evidentes el gran lucro y la utilidad que obtienen. Cuando se aplica un IEPS (impuesto especial sobre producción y servicios) de 30 por ciento la gente sigue yendo, la ludopatía se incrementó. Esto fomenta separación de familias; ahí se dejan las quincenas y no se perdió el empleo, dijo.