El lunes pasado el investigador Raúl Sansores, jefe del Departamento de Investigación en Tabaquismo y Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), fue impedido de ingresar a su lugar de trabajo. La subdirectora de Administración y Desarrollo de Personal, Elizabeth Rique, le indicó que por instrucciones de la autoridad superior recogiera mis cosas, pues ya no me dejarían entrar.

La funcionaria no le entregó ninguna notificación oficial ni las causas por las cuales lo separaban del cargo, que ocupó durante 20 años. Sansores tiene una antigüedad de 33 años en el INER y es reconocido a escala nacional e internacional por sus contribuciones en torno al tabaquismo y la EPOC.

En 2014 cinco trabajadoras del instituto y una ex empleada presentaron denuncias contra Sansores por presunto hostigamiento laboral y acoso sexual. Llevaron el caso ante diversas instancias internas y externas, sin que a la fecha exista una resolución en favor de las mujeres.

La versión del órgano interno

El órgano interno de control (OIC) del INER resolvió que no había los elementos de prueba necesarios y suficientes para establecer la presunción de existencia de irregularidades en el comportamiento de Sansores.

En otra queja también resuelta por el OIC no se comprobó que las trabajadoras hubieran sufrido alguna afectación en su desempeño como investigadoras del INER y otra más, atendida por el área de Relaciones Laborales, concluyó con un exhorto al investigador y una de sus colaboradoras para que se dirigieran con respeto de obra y palabra tanto con su personal de apoyo como con todos los trabajadores del instituto.

Las denunciantes también presentaron quejas ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), sin que a la fecha exista alguna resolución de ese organismo. De igual forma acudieron al Senado hace un año a exponer su situación. Refirieron agresiones en el trabajo y que a pesar de la denuncia Sansores continuaba persiguiéndolas de manera física y emocional.

Su denuncia planteaba conductas abusivas y violatorias del código de conducta y ética del instituto. Se dijo que era una situación conocida por todos (ahí mismo), que ya muchas mujeres se habían quejado, dijeron (La Jornada 14/12/15).

Al respecto, el investigador resaltó que ninguno de los señalamientos ha prosperado y ni siquiera existe un juicio penal en su contra, porque el Ministerio Público no ha concluido la integración de la averiguación por falta de pruebas.