Medellín.

Mientras la Conmebol esperará hasta el 21 de diciembre para hacer campeón de la Copa Sudamericana al Chapecoense tras aceptar el pedido del Atlético Nacional, ayer Colombia finalizó la repatriación de las 71 personas que murieron en el avión que transportaba al equipo.

Según medios brasileños, la decisión del organismo se tomará en la reunión de su consejo una vez resueltos los asuntos burocráticos. Así, el Chapecoense entraría automáticamente en la Copa Libertadores 2017 y disputaría la Recopa Sudamericana ese mismo año ante Atlético Nacional, su rival en la final que pidió que el título de la Copa Sudamericana fuera para el conjunto caído en desgracia.

El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, sostuvo que todavía no se ha estudiado la posibilidad de declarar campeón de la Copa Sudamericana al Chapecoense porque están abocados en acompañar a los familiares de las víctimas de la tragedia aérea ocurrida el pasado lunes.

Ayer, decenas de vehículos fúnebres trasladaron los ataúdes con los cuerpos de 64 brasileños, cinco bolivianos, un paraguayo y un venezolano hasta una base militar cercana al aeropuerto José María Córdova, desde donde fueron enviados en aviones a sus países de origen.

Los cadáveres de ciudadanos bolivianos fueron transportados en un avión militar de la fuerza aérea de ese país, mientras los 14 periodistas brasileños se repatriaron en vuelos privados, contratados por las empresas para las que trabajaban.

Los familiares aguardaban en Brasil la llegada de sus seres queridos, que ya habían sido identificados desde el jueves y cubiertos por sábanas blancas con el escudo del club Chapecoense, un humilde equipo que sorprendió este año en Brasil y viajaba a Medellín para disputar la final de la Copa Sudamericana, el partido más importante de su historia.

Por su parte, el presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció medidas drásticas contra los responsables de irregularidades que habrían favorecido a la aerolínea propietaria del avión con matrícula boliviana y ordenó una profunda investigación.

Este sábado se espera que unos 100 mil aficionados, aproximadamente la mitad de la población de la ciudad de Chapecó, asistan al homenaje póstumo a las víctimas, al igual que el presidente brasileño Michel Temer y el titular de la FIFA, Gianni Infantino.