Menos de 10 por ciento de las personas que tienen hepatitis C lo sabe, aunque existe un medicamento que elimina el virus por completo, afirmó David Kershenobich, director del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ).

Dado que se trataba de una enfermedad prácticamente incurable, hasta ahora no se había dado mayor importancia al diagnóstico de las personas infectadas, las cuales pudieron haber adquirido la infección antes de que hubiera control sobre la calidad de los bancos de sangre. Quienes recibieron alguna transfusión en la década de los 80 también forman parte de los grupos de riesgo.

Asimismo, aquellos que se realizaron algún tatuaje en lugares que no cumplen con los estándares de seguridad e higiene y los usuarios de drogas inyectables, indicó el especialista en conferencia, en la que anunció la creación de la Clínica de Hepatitis del INCMNSZ.

Se estima, sostuvo, que de 0.7 a 1.4 por ciento de la población mexicana es portadora del virus de la hepatitis C, lo cual equivaldría aproximadamente a 1.5 millones de afectados.

Por ello, a partir del descubrimiento de una cura, el reto para el país es realizar los diagnósticos y encontrar a los pacientes en las etapas tempranas, antes de que se presenten los síntomas, lo cual puede ocurrir 20 a 40 años después de haber adquirido la infección.

En la conferencia, Kershenobich estuvo acompañado por Jessie Gunter, epidemióloga del Centro de Análisis de Enfermedades de Estados Unidos, donde se ha especializado en el estudio de la hepatitis C, principalmente en la recolección de datos para cuantificar la carga de la enfermedad.

La experta comentó sobre las ventajas de ofrecer los medicamentos a los pacientes y lograr la meta planteada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de erradicar la infección en 2030.

Explicó que existen siete genotipos de hepatitis C. En México los más frecuentes son los tipos 1A y 1B, presentes en 70 por ciento de los enfermos.

En cuanto a la nueva clínica del INCMNSZ, Kershenobich mencionó que empezará a funcionar en 2017 con el fin de brindar a los pacientes atención médica integral, incluido alguno de los tratamientos farmacológicos autorizados para su venta en el país y cuya efectividad de 95 por ciento para erradicar el virus de la hepatitis C ya se demostró.

Esto dependerá de la decisión que tomen las autoridades de salud sobre la compra de los productos, indicó.

El especialista también comentó que el INCMNSZ condujo una investigación en la cual participaron 80 personas con diagnóstico de la enfermedad, quienes pagaron el costo del tratamiento –que asciende a unos 850 mil pesos– de su bolsillo o con algún seguro de gastos médicos mayores.

Las terapias se administran de 12 a 24 semanas, de acuerdo con la condición clínica de cada individuo. Al término del estudio se confirmó la eliminación del virus.

Entre los hallazgos relevantes de la investigación está que la mitad de los pacientes ya presentaba cirrosis hepática, etapa avanzada de la enfermedad y con daño irreversible. Aun así, los medicamentos mejoran la calidad de vida y permiten prolongar su sobrevivencia, indicó.