Con tres maquetas que describen el esplendor de la cultura mexica se reabrirá hoy la plaza Seminario, que restablecerá el flujo peatonal entre el Zócalo y el Templo Mayor con las calles de Guatemala y Argentina, proyecto que forma parte del nuevo recorrido por la zona arqueológica de la antigua Tenochtitlán.

No obstante, el nuevo vestíbulo o sala introductoria, construido casi seis metros abajo del actual piso y de la misma plaza Seminario, explica el arquitecto José Enrique Ortiz Lanz, será inaugurado antes de que termine este año o a principios de 2017.

Ortiz Lanz, coordinador nacional de Museos y Exposiciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) explica a La Jornada que la construcción del puente que conecta las calles de Argentina y Guatemala y del nuevo vestíbulo donde se iniciará la visita del público hacia el sitio prehispánico supone una de las novedades que permitirán mayor accesibilidad al Templo Mayor.

Además, dice el arqueólogo Raúl Barrera Rodríguez, titular del Programa de Arqueología Urbana (PAU), tendremos una plaza donde serán exhibidas tres maquetas, de las cuales una describe de manera geográfica la cuenca de México; serán mostrados los cinco lagos, así como los distintos pueblos que existían el siglo XVI en torno a Tenochtitlán, además de Tlatelolco y los pobladores ribereños.

La maqueta develará la calidad de la obra hidráulica de los mexicas con sus albarradones, mediante los cuales controlaban y separaban con muros las aguas dulce y salada para tener mejor control de la urbanización, cultivo, autosustento de la economía familiar y la distribución del líquido”.

La segunda maqueta es la que ya conocíamos y estaba en la misma plaza Seminario, la cual se restauró, porque estaba muy deteriorada, y exhibe la ciudad de Tenochtitlán con su recinto sagrado, sus templos y sus cuatro calzadas, que asemejan los rumbos del universo, además de detalles de su ciudad gemela: Tlatelolco.

La tercera es una novedad, apunta Barrera Rodríguez, porque se exhibe el recinto sagrado con la información actualizada y los nuevos hallazgos. Nos apoyamos en el plano de Ignacio Marquina, porque ha sido una obra fundamental y se valió de las fuentes históricas y de los datos arqueológicos que había en los años 50 del siglo pasado. Sin duda hizo un muy buen plano, pero era necesario actualizarlo.

Sin duda, retoma Ortiz Lanz, este es un proyecto muy ambicioso y complejo, que ha requerido tiempo por encontrarse en uno de los puntos con mayor cantidad de testimonios arqueológicos en el mundo, que ha implicado mucho cuidado y esfuerzo del equipo del PAU, el cual ha hecho un trabajo de excelencia.

Este sitio prehispánico –al cual se sumarán 800 metros con este nuevo recorrido–, añade el funcionario, se ha convertido en un modelo para muchas ciudades del mundo.

Sobre el nuevo vestíbulo o sala introductoria, Raúl Barrera destaca que es una área extensa de 50 metros de largo por 24 metros de ancho y de casi seis metros de profundidad.

“Luego de los trabajos arqueológicos a lo largo de estos años se van a mostrar vestigios como el Cuauhxicalco, además de fragmentos de pisos con relieves de la etapa 4 y 6 del centro ceremonial, de las épocas de Moctezuma y Ahuítzotl.

Además, sobresale una estructura circular con un tronco de un árbol sagrado, un encino sembrado por los propios mexicas.

Este vestigio, enfatiza Ortiz Lanz, “es uno de los testimonios, pequeño, pero, muy novedoso de cómo la arqueología ha cambiado.

Por su parte, Patricia Ledesma Bouchan, directora del Museo del Templo Mayor, explica que el recinto se encuentra en renovación de las salas –a la par de los trabajos externos para el nuevo recorrido– para mostrar algunos de los vestigios hallados en años recientes.

Este reacondicionamiento del museo tiene como contexto los 30 años que celebrará el museo en 2017; a la vez, el Proyecto Templo Mayor, fundado por Eduardo Matos Moctezuma y dirigido actualmente por Leonardo López Luján, cumplirá cuatro décadas de intensas investigaciones.

También se preparan exposiciones alusivas, entre otras actividades conmemorativas en torno al Templo Mayor.

La finalidad de esta renovación, detalla la funcionaria, es mejorar el servicio a los visitantes, toda vez que el Templo Mayor es el tercero más visitado de los recintos del Instituto Nacional de Antropología e Historia, con 16 mil personas tan sólo los fines de semana.

También queremos promover nueva información y se están actualizando los contenidos enfatizando los aspectos religiosos y arquitectónicos del centro ceremonial, para que se entienda por qué era tan importante y por qué tenía dos capillas, una dedicada a Huitzilopochtli y otra a Tláloc.

A lo anterior, añade Ledesma, se suma la intención de lograr mayor acercamiento con las personas de discapacidad y hacer uno de las nuevas tecnologías y técnicas museográficas para el disfrute de las personas en este lugar que en sus 30 años ha recibido a cerca de 20 millones de visitantes”.