París.

Once años después de su más reciente álbum de estudio, los incombustibles Rolling Stones vuelven el 2 de diciembre con Blue and Lonesome, disco de versiones de clásicos del blues de Chicago que ha influenciado su música.

Es un homenaje a nuestros artistas favoritos, gente que nos dio ganas de hacer música, explicó recientemente Mick Jagger al New York Times. Fue la razón por la que creamos la banda, éramos adeptos al blues. Al final, es lo que seguimos haciendo, añadió.

Se trata de un homenaje al blues que conquistó el Chicago de los años 50, con la incorporación de las guitarras eléctricas y abriéndose paso hacia el roncanrol. Entre sus figuras emblemáticas destacan Little Walter, Eddie Taylor, Magic Sam, Jimmy Reed, Willie Dixon y Muddy Waters, cuya canción Rollin’ Stone dio nombre al grupo.

Los veteranos artistas británicos decidieron versionar las canciones que les hicieron vibrar de jóvenes, cuando actuaban a principios de los años 60 en los pubs del oeste de Londres.

Son 12 temas, grabados en apenas tres días en diciembre de 2015, en los British Grove Studios, no muy lejos de las salas que los vieron debutar. Este álbum, el número 23 de su discografía, estaba previsto que fuera de nuevas composiciones, una década después del A Bigger Bang.

Pero en el estudio faltaba inspiración y Keith Richards, quien había sacado dos meses antes su tercer disco en solitario, el álbum con aires de blues Crosseyed Heart, propuso tocar Blue and Lonesome, de Little Walter.