En la avenida Insurgentes, en el tramo que va de Viaducto hasta San Ángel, se construyen alrededor de 12 proyectos inmobiliarios, que van desde 10 hasta 30 niveles, y albergarán, principalmente, oficinas, áreas comerciales, hoteles y departamentos, a pesar de la saturación vehicular y del escaso transporte público que hay en ese corredor.

El caso más emblemático es la torre Manacar, complejo de uso mixto que incluye 30 pisos, 22 de ellos de oficinas y el resto destinado a espacios comerciales y de entretenimiento, más 12 subterráneos para estacionamiento.

El moderno edificio que se desarrolla por Pulso Inmobiliario, en Insurgentes Sur 1457, ha sido cuestionado desde su inicio por los habitantes de la zona, quienes atribuyeron la construcción del doble túnel en Río Mixcoac a la intención de darle la factibilidad de movilidad a este proyecto, que no tendría sin la existencia de esa obra vial.

Hacia el sur, en Insurgentes 2021, colonia San Angel Inn, delegación Álvaro Obregón, otra torre generó la inconformidad vecinal. Se trata de una zona de monumentos históricos, donde la altura máxima para construir es de 20 metros, pero les autorizaron 15 pisos sin tener nunca el permiso del Instituto Nacional de Antropologíoa e Historia. Durante un año denunciamos esta obra, pero fue hasta agosto, cuando ya llevaban cinco niveles, que la clausuraron, expuso Susana Kanahuati, de la organización Vecinos Unidos.

Arnoldo Martínez, de la asociacion Vecinos Águilas Unidos, detalló que las inmobiliarias utilizan polígonos de actuación en algunos casos y, en otros, la norma especial para aprovechar el potencial de vialidades que les permite construir sobre Insurgentes una altura mayor a la establecida en el plan de desarrollo delegacional.

Esto sucede también en los edificios que se realizan en la colonia Guadalupe Inn, uno de ellos en Insurgentes Sur 1928, donde fusionaron seis predios para construir 8 mil metros cuadrados de oficinas en 20 pisos; hay otro en Insurgentes Sur y Alfonso Esparza Oteo, donde se unieron dos terrenos para levantar un corporativo de 15 pisos.

En ambos casos, en los terrenos en el interior de la colonia la altura máxima permitida es dos niveles, lo que se debería respetar, pero hasta ahora el tribunal ha dado por válida las fusiones, lo que es una aberración porque afecta a calles que son muy estrechas, apuntó.

En otro extremo, frente al Poliforum Siqueiros, en la colonia del Valle, dos torres más se erigen. Una de ellas en Insurgentes 700 con una altura de 15 pisos para oficinas, y otra a un costado, en el número 724, que albergará un hotel cinco estrellas, con área comercial y residencial.

En Insurgentes y Eje 5 Sur San Antonio, donde habitualmente se registran nudos viales, Grupo Mifel construye un edificio de 10 pisos para oficinas y locales comerciales, con 12 niveles más subtérráneos para estacionamiento en un predio que anteriormente era ocupado por el restaurante Los Guajolotes.

Con 23 pisos y 11 más subterráneos destinados para estacionamientos, en Insurgentes Sur 1271 se levanta el corporativo Carracci, a la altura de Félix Cuevas.

Otros complejos en construcción se encuentran en los números 810, 945 y 1857, en los cuales invariablemente las inmobiliarias presumen este corredor de oficinas como el de mayor crecimiento en la ciudad de México.