l director general del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), David Penchyna, estuvo este fin de semana en la ciudad de Tijuana para revisar el tema de las casas abandonadas en la entidad. Anunció que 50 mil viviendas –de las alrededor de 180 mil que están en esas condiciones– serán subastadas en todo el país, y pretenden completar más de 28 mil operaciones.

El funcionario reconoció que la institución ha tenido problemas para comunicarse con los usuarios; que las bases de datos de los derechohabientes se venden en el mercado negro y se arrastran muchas inercias, por lo que habrá cambios importantes que le permitan modernizarse para que muchas de las operaciones puedan hacerse vía electrónica.

Para reinsertar las casas abandonadas en el mercado de la oferta, serán entregadas a las empresas que se dedican a la compra de vivienda, para remodelar y vender. Lo que está por verse es si antes van a corregir los problemas por los que sus primeros dueños las dejaron. En Tijuana no solamente influyo en ese fenómeno la ola de violencia que se vivió entre 2008 y 2009, sino que muchas de esas casas se encuentran en zonas de las ciudad que no cuentan con servicios tan básicos como el transporte, ya no se diga escuelas, hospitales o centros recreativos.

La semana pasada Penchyna informó que el Infonavit iniciará una etapa más dinámica de colocación de créditos para atender a los trabajadores que menos ganan y va a romper cualquier meta planteada en años anteriores.

En el contexto de la inaugu- ración de la Cumbre Infonavit 2016, el funcionario adelantó además que el organismo anunciará en breve un programa de cancelación de hipotecas a bajo costo. Se estima, señaló, que hay un rezago de 150 mil créditos inmobiliarios factibles de ser liberados.