El primer triunfo del Tri ante Estados Unidos en Columbus tiene interpretaciones que trascienden el futbol, considera el ex seleccionado Germán Villa, quien vivió una de las cuatro derrotas del equipo mexicano en la capital de Ohio.

Es una victoria con varios significados, porque al final repercute en lo deportivo, pero también en lo político, señaló el mediocampista sobre el estruendo que provocó la victoria de Donald Trump en las elecciones estadunidenses.

La gente pudo tener un alivio después de eso. Esto fortalece a la comunidad. En lo deportivo rompe una racha y al mismo tiempo da un golpe de autoridad que les dará mucha confianza para seguir la eliminatoria rumbo al Mundial de Rusia.

La victoria –sostuvo– representa, además, un argumento en favor de la permanencia del técnico colombiano Juan Carlos Osorio, cuya destitución se ha reclamado desde distintos ámbitos.

Si revisamos su trayectoria en el banquillo veremos que ha conquistado partidos importantes que no se ganaban hace mucho. El resultado traerá beneficios no sólo a los jugadores, sino desde luego al técnico y a la propia afición, que a veces no está de acuerdo con los resultados.

Pero sobre todo, romper la inercia de derrotas –México nunca había ganado ante Estados Unidos en los cuatro partidos previos en Columbus, todos con el mismo marcador 2-0– había adquirido el peso de una superstición y un obstáculo casi sicológico.

“Este fue más significativo –incluso más que el que vivió él en 2001 rumbo a Japón-Corea del Sur 2002– porque al final se empieza a hacer una cadena de mala vibra.

Como si hubiera un embrujo. Es como el quinto partido al que no hemos podido llegar. No creo que sea un asunto de calidad futbolística, me parece que es un asunto mental. Creérsela, como el quinto juego o la ambición de ser campeones del mundo, explicó.

Recordó que en las distintas derrotas ante Estados Unidos en Columbus (2001, 2005, 2009 y 2013) pasaron varias generaciones de jugadores mexicanos, mucho de gran calidad, pero no lograban la victoria.

“Pero eso nos dice que tener una buena generación de futbolistas no garantiza que se ganará. Quizás Estados Unidos jugó mejor o no estuvimos concentrados o cometimos errores, pero el caso es que perdimos, y todos los duelos por 2-0.

Fue una coincidencia, pero qué bueno que ya se rompió esa barrera, porque este partido será un antes y un después para el futbol mexicano, puntualizó.