Barreras de protección vial y una lona de plástico adosada al muro de un establecimiento en la calle Tolsá, en la colonia Centro, improvisan un refugio ocupado por ocho personas sin vivienda que pernoctaban en La Ciudadela, de donde fueron desalojados el pasado 21 de octubre por personal de la delegación Cuauhtémoc.

Durante uno de los recorridos nocturnos que diariamente realizan brigadas del Instituto de Asistencia e Integración Social (Iasis) de la Secretaría de Desarrollo Social capitalina (Sedeso), se aprecian en ese punto los contrastes entre quienes llevan años como población callejera y quienes están en riesgo de vivir en la vía pública.

El Chiapas tiene más de cinco años viviendo en las calles y acepta que se quiere regresar a su comunidad de origen, en la entidad que le da el sobrenombre, pero en su condición de ex convicto con libertad anticipada debe firmar cada mes el libro de preliberados. Allí está también Pablo, joven de 19 años que viste bien, tiene familia y su domicilio en el suroriente de la ciudad; trabaja en el mercado de artesanías de La Ciudadela, pero está enganchado a las drogas y encuentra refugio con el grupo para pernoctar y consumir piedra, en la que dice gastar todo lo que gana.

Allí también se encuentra Alejandro Nuevo Tinoco, coordinador del Programa Poblaciones en Situación de Calle (PPSC), quien convence a Roberto, un hombre de unos 50 años, de llamar a un familiar que acepta recibirlo; éste se decide a ir y una de las unidades lo lleva a buscar el domilicio en Ciudad Azteca, en el estado de México.

El Iasis tiene registrados en la ciudad más de 230 puntos de concentración y pernocta de personas sin vivienda. Una brigada recorre un promedio de 20 cada noche para monitorear sus condiciones y en su caso brindar asistencia mediante el PPSC. Las visitas deberán duplicarse ante la llegada de la temporada invernal.

Víctor Daniel García y Rosa María Juárez, los brigadistas con mayor experiencia dentro del Iasis, prácticamente desde su creación en 2001, explican que la delegación Cuauhtémoc tiene el mayor número de puntos de concentración de población callejera, por la actividad económica que allí se realiza.

El caso de Roberto es una excepción, la mayoría de las personas en situación de calle contactadas por la brigada rechazan trasladarse a los albergues, pese al descenso en las temperaturas de los pasados días. Como José, que vive en el parque José Martí, uno de los espacios de la zona conocida como El Triángulo que abarca las plazas de La Solidaridad, Francisco Zarco y la de la calle de Humbolt. Tiene 51 años, hace cinco vive en la calle y hace cuatro fue diagnosticado con VIH; recientemente salió del hospital tras recibir una puñalada.

Víctor refiere que también han tenido casos de éxito, como el de una de sus compañeras brigadistas que es ahora trabajadora social. Fue rescatada de la calle y ya va por su segunda carrera, licenciatura en derecho. A lo mejor de 100 rescatamos uno, pero ése lo vale todo.