Por el aumento de la violencia e inseguridad en el país y las desapariciones de personas, hay una demanda no atendida de servicios de salud mental para las familias, las cuales enfrentan una situación difícil para elaborar su duelo sin un cuerpo del que se puedan despedir, ni la certeza de que su ser querido haya fallecido.

Es un trance muy duro, del que los deudos pueden salir sólo con ayuda, afirmó Enrique Chávez León, presidente de la Asociación Siquiátrica Mexicana. El apoyo debe provenir de médicos especialistas en un área hasta ahora poco abordada, dijo al anunciar la creación la sección académica Sociedad, Siquiatría y Derechos Humanos de la agrupación.

Es la contribución del organismo para apoyar a las personas que viven alguna situación de este tipo, indicó. La nueva área estará a cargo de la doctora Deni Álvarez Icaza, quien ya ha trabajado con comunidades en diferentes municipios de Guerrero.

Lo que hasta ahora se ha observado, comentó María Elena Medina Mora, directora del Instituto Nacional de Siquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, es que además de su pérdida, las familias afectadas enfrentan el miedo y rechazo de sus vecinos que al no saber qué pasó e incluso al sentirse en riesgo ellos mismos, optan por el alejamiento y el aislamiento.

La solidaridad, muy importante

Señaló que para este tema, especialistas en siquiatría del país elaboraron un modelo de atención que ahora se llevará a las comunidades, con objetivos como fomentar la solidaridad.

Para los afectados, el apoyo de su entorno es emocionalmente muy importante. Eso les ayuda a superar su dolor, que es muy grande y se debe comprender porque viven con una duda permanente. No pueden enterrar ni darle la vuelta. No pueden regresar a su vida ni dejar de estar preocupados, explicó.

Una investigación del instituto meencionado en conjunto con el Seminario de Salud Global encontró que en las zonas con altos niveles de violencia, las personas tienen miedo cuando ha habido tantas muertes, han encontrado fosas, no saben de dónde viene la inseguridad y cuándo les va a tocar. Esto destruye el tejido social y los deudos se vuelven más vulnerables.

Algunos tendrán las habilidades para superar el trauma, pero otros requieren de ayuda y apoyo social es fundamental. Medina Mora explicó que el modelo de atención que se propone incluye esquemas de tolerancia, de solidaridad, de prevención y esquemas para tratar de que las familias regresen a la vida normal. Pero antes que todo, debe haber un gran respeto de su situación, precisó.