En 90% de los casos se padece alguna enfermedad mental y experiencias de violencia
Vivir en lugares donde prevalece la inseguridad, otro factor, advierte María Elena Medina Mora
Suele ser consecuencia de ansiedad o depresión que no siempre reciben asistencia especializada
Viernes 4 de noviembre de 2016, p. 35
El suicidio es la segunda causa de muerte de adolescentes en México. Es un problema que se duplicó en dos décadas y sigue en aumento. Más grave aún es que 90 por ciento de quienes se quitan la vida tienen alguna enfermedad mental y, generalmente, un cúmulo de experiencias de violencia desde la infancia, además de que viven en comunidades donde prevalece la inseguridad, advirtió María Elena Medina Mora, directora del Instituto Nacional de Siquiatría Ramón de la Fuente Muñiz.
Todos esos factores juntos explican el incremento del fenómeno, que pasó de una tasa de 2.2 a 4.7 casos por cien mil habitantes entre 1990 y 2012. La especialista resaltó que si bien México reporta los niveles más bajos de este problema a escala global, debe llamar la atención que el crecimiento es dinámico, además de que se suma a los problemas de agresiones y accidentes vehiculares.
Los tres temas, en conjunto, ocasionan la mitad de las muertes en jóvenes de 15 a 29 años de edad, señaló Enrique Chávez León, presidente de la Asociación Siquiátrica Mexicana.
En conferencia de prensa, al término del Foro Adolescencia y Violencia organizado por dicha asociación, el instituto Ramón de la Fuente y la Asociación Mundial de Psiquiatría, el especialista destacó que se debe entender que el suicidio no ocurre de manera circunstancial. La enfermedad mental con la que el individuo ha vivido durante años y una situación estresante la llevan a intentar o lograr quitarse la vida.
Declaración conjunta
Los especialistas dieron a conocer una declaración conjunta sobre prevención, tratamiento y rehabilitación de los efectos de la violencia en la salud mental de los adolescentes, en la cual establecen los lineamientos en esta materia. De entrada, plantea que 23 por ciento de la población tendrá algún trastorno mental en algún momento de la vida, y en la mitad de los casos comienza en la adolescencia y la vida adulta joven.
Existen diferentes factores que determinan ese tipo de padecimientos, entre ellos la pobreza, las diferencias culturales, el género, la violencia e incluso las políticas de salud. En los años recientes, la inseguridad y la violencia han incidido en el aumento del problema de salud.
Respecto del suicidio, Medina Mora señaló que suele ser consecuencia de depresión y ansiedad que no siempre reciben la atención médica especializada que requieren. Dijo que en el instituto Ramón de la Fuente han detectado chicos que en intentos suicidas anteriores han recibido atención por sus lesiones en hospitales, pero no fueron referidos a los servicios de salud mental.
El modelo elaborado por los expertos plantea los pasos que se deben dar en la atención de los pacientes que se autolesionan y mejor todavía, si se les identifica antes, en el primer nivel de atención y se les garantiza el acceso a terapias y medicamentos.
Medina Mora afirmó que en las localidades en zonas alejadas, sin acceso a servicios médicos se presentan las mayores afectaciones, así como en las zonas donde hay mayor exposición a la violencia.
Es necesario llevar el apoyo a las personas, principalmente adolescentes y adultos mayores y ayudarlos a ver la vida de otra manera, a resolver los conflictos sin violencia porque, agregó, existe una relación directa entre la dificultad para manejar el estrés y los problemas con el suicidio.
En el sureste de la República se reportan los mayores índices de individuos que se quitan la vida: Quintana Roo 8.8 casos por cien mil habitantes y Campeche 8.5, indicó.