La embajadora de Venezuela en México, María Urbaneja, dijo que su país vive una guerra no convencional en la que, para desestabilizar al gobierno, se han usado a los medios de comunicación y el boicot económico.

En el seminario El proceso bolivariano: constitución, economía y política, en la Facultad de Ciencias de la UNAM, Ángel Guerra, articulista de esta casa editorial, denunció que la oposición trata de crear un escenario similar al de 2002, cuando hubo un golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez; el problema que tiene ese sector político, dijo, es que el chavismo tiene la experiencia de lo ocurrido en aquella ocasión y no le pueden hacer lo mismo. Además carece del respaldo de las fuerzas armadas, agregó.

Luis Hernández Navarro, también articulista de La Jornada, señaló que probablemente hay cosas que criticar a la revolución bolivariana; sin embargo, este es el momento de solidarizarse con ella, subrayó. Como parte de la guerra no convencional, puntualizó la embajadora, se ha promovido la especulación y el acaparamiento de los alimentos, la estampida de capitales, la devaluación artificial de la moneda y la difusión de mentiras en una estrategia similar a la utilizada por Goebbels en la Alemania nazi.

No obstante, aseguró que el chavismo sigue teniendo el apoyo del pueblo y continuará promoviendo la organización, la unidad y la solidaridad, para enfrentar a la oposición.

Ante estudiantes y activistas reunidos en el auditorio de la facultad, Luis Hernández resaltó a su vez que los medios de comunicación han presentado a algunos líderes de la oposición como paladines de la democracia, cuando en realidad no lo son. Mencionó, por ejemplo, que Leopoldo López, un verdadero fascista, apoyó en 2002 el golpe de Estado contra Chávez.

También dijo que los opositores se han caracterizado por su falta de seriedad y sus actitudes cavernícolas; muestra, dijo, es haber recurrido a la falsificación de 600 mil firmas para pedir la revocación de mandato del presidente Nicolás Maduro o asegurar que el jefe del Ejecutivo no es venezolano, sino colombiano, cuando en Colombia no hay ningún registro que compruebe dichas aseveraciones.

Guerra confió en que el gobierno venezolano saldrá adelante de la situación y en que el paro empresarial de ayer no tendrá mayores repercusiones.