Padres de alumnos de escuelas públicas de educación básica de la Ciudad de México demandaron la reinstalación de los 28 profesores cesados por la Secretaría de Educación Pública (SEP) por participar en el paro nacional de labores convocado por el magisterio disidente contra la reforma educativa.

En conferencia de prensa realizada en la puerta de la primaria Leonardo Bravo, en la esquina de Calzada de los Misterios y Río Consulado, delegación Gustavo A. Madero, voceros de los familiares indicaron que tanto en este plantel, como en la escuela Rafael Hernández López, en Magdalena Contreras, madres y padres se han organizado para realizar guardias permanentes a fin de que los docentes despedidos puedan seguir impartiendo cátedra –aun sin recibir salario– e impedir el acceso a los sustitutos enviados por la SEP. Agregaron que lo mismo se prevé realizar en al menos tres colegios más.

Lucero Pérez Rosales y Claudia Ramírez exigieron un diálogo directo con las autoridades educativas para que nos tomen en cuenta, pues no estamos de acuerdo con esas medidas donde lo que menos importan son los niños.

Argumentaron que el viernes de la semana pasada se reunieron con funcionarios de la Administración Federal de Servicios Educativos en la Ciudad de México, entre ellos Daniel Velasco, coordinador de Educación Primaria, y el jurídico, Jesús Espinosa, quienes nos dijeron que no se negociará con los padres, que la SEP ya tomó una decisión (cesar a los maestros) y lo tenemos que aceptar.

Reforma educativa sin beneficios

Enfatizaron que no es así, que al contrario, los padres de los estudiantes deben ser considerados en las decisiones que tomen las autoridades educativas, pues los afectados serán los menores. La reforma educativa no beneficiará a nuestros hijos, por eso apoyamos a nuestros profesores, que se oponen a ésta y fueron despedidos injustamente.

De la primaria Leonardo Bravo, donde el director es el profesor Francisco Bravo, integrante de la dirigencia política de la CNTE, son 11 de los 28 educadores cesados. Las voceras de los padres indicaron que los sancionados tienen con años de experiencia, por lo que ya tenían lazos emocionales con sus estudiantes, por lo que un cambio una vez iniciado el ciclo escolar puede tener consecuencias sicológicas para los niños. Pero eso en la SEP no parece importarles y nos quieren imponer otros maestros.