El proyecto para la emisión de la clave de identidad, anunciado por el presidente Enrique Peña Nieto en noviembre de 2014, se encuentra en pausa por falta de recursos económicos suficientes para su integración. “Digamos que está un poco en stand by”, declaró ayer el subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación (SG), Humberto Roque Villanueva.

El Registro Nacional de Población (Renapo), adscrito a la SG, tiene este año un presupuesto de 546.1 millones de pesos, rango mayor respecto a los magros ingresos de los primeros años del sexenio. Tras el anuncio de la clave de identidad, parte del decálogo propuesto por el Ejecutivo en materia de seguridad y justicia, se canalizó al Renapo una bolsa mayor. Sin embargo, el proyecto presupuestal para 2017 marca para esta dirección 385.1 millones, es decir, 30 por ciento menos que la disponibilidad actual y menos de la mitad de lo que se requiere para concretar el plan.

Por ello los funcionarios de Gobernación se dieron a la tarea de buscar alternativas; una de ellas, dijo Roque, es la interconexión de los distintos bancos de datos biométricos existentes de carácter federal (Secretaría de Relaciones Exteriores, Instituto Mexicano del Seguro Social y Servicio de Administración Tributario, entre otros), y explorar la inversión público privada.

En el ínter, señaló, se avanzará en la coordinación de las oficinas estatales del Registro Civil, así como el formato único para el acta de nacimiento, basamento para la emisión de la pretendida clave de identidad para todos los habitantes de México.

–¿El proyecto de la clave única de identidad todavía va?

–Depende, por supuesto, de que encontremos una alternativa distinta a la presupuestal.

–¿Está en el aire el proyecto?

–Digamos que está un poco en stand by.

Jorge Rojo, titular del Renapo, explicó el mecanismo para forjar la citada clave: depurar y actualizar las actas de nacimiento (137 millones vigentes) y la Clave Única de Registro de Población (187 millones), en un país de 121 millones de personas. Asimismo, interconectar todas las oficinas estatales del Registro Civil. Gracias a este proceso se han entregado más de 3.5 millones de actas interestatales.

La necesidad de contar con una clave de identidad en México, con datos biométricos, se evidencia con la amplia consulta de la CURP. Cada día se hacen casi 2 millones.

Si bien ya hay un avance en la depuración de las herramientas citadas, para avanzar hacia la emisión de la prometida clave de identidad falta incluir –con todos los parámetros de seguridad– los datos biométricos (imágenes de rostro e iris y huellas digitales).

En el sexenio pasado el país invirtió casi 3 mil millones de pesos para la emisión de una cédula de identidad (ahora se propone construir una clave), proyecto que fue truncado.

Roque Villanueva fue entrevistado al término del primer encuentro ministerial y de autoridades nacionales de América sobre derecho a la identidad.