Entre 2005 y 2015 los ingresos laborales fueron a la baja en 25 por ciento, pero estados como Oaxaca, Chiapas y Guerrero han tenido menos oportunidades que el resto del país, advierte el Informe de desarrollo humano México 2016, desigualdad y movilidad, del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

El ingreso en términos absolutos ha bajado, son distintas las expectativas de alguien que nace en la Ciudad de México en relación con las de alguien de Oaxaca. La desigualdad del crecimiento económico ha sido distinta en el sureste del país, donde éste representa menos de la mitad del que se da en el resto del territorio nacional, indica.

Entre 1950 y 2000 el Distrito Federal y el norte del país superaron en ingresos ampliamente a los estados del sur-sureste, en esto incide en que en estos últimos existe una mayor informalidad laboral, señaló Rodolfo de la Torre, investigador del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) en un análisis del informe.

Destacó que la informalidad en el trabajo genera ingresos menores que la formalidad. Añadió que la desigualdad en el índice de desarrollo humano se redujo notablemente en los rubros educación y salud, pero no ocurrió lo mismo en el ingreso. Sostuvo que las desigualdades que se observan a lo largo de la vida de las personas se acumulan, los problemas que no se atienden en la infancia temprana ocasionan otros en la etapa escolar, y posteriormente en la inserción en el mercado laboral. Continúan en los progresos del trabajo hasta llegar a personas que en el retiro tienen condiciones adversas.

Explicó que conforme se avanza en los grupos de edad aumenta la distancia entre las personas. Dentro de este conjunto de desigualdades acumulativas hay un punto de quiebre importante, y es lo que ocurre con la educación media superior. Ahí las diferencias en las personas empiezan a cambiar radicalmente. Esta diferencia se da entre las personas que continúan sus estudios y las que no.

Expuso que entre 2005 y 2015 se experimentó una movilidad igualadora en cuanto a los salarios, pero en conjunto han venido disminuyendo, es una igualdad que no da mayores niveles de bienestar.

Detalló que en las generaciones más jóvenes se observa que tienen progreso hasta 2006, después decrecen por la deserción escolar, alrededor de los 16 años, hay una alta deserción, aunque mejore temporalmente la salud o el ingreso promedio del hogar. Advirtió que la desigualdad crece conforme hay más edad.