La instrumentación de la reforma educativa en México ha sido posible, en buena parte, porque se ha podido construir un sistema de información y bases de datos que han favorecido contar con un diagnóstico desagregado de la situación del sector en México, sostuvo el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño. Con ello se ha podido trascender, según dijo, de un esquema opaco, clientelar y corporativista a un modelo más conectado e integral.

Durante la Semana Nacional de Transparencia Nuño señaló que se han conformado cuatro bases de datos fundamentales para poner en marcha la reforma educativa: el censo sectorial –para conocer aspectos básicos como el número de escuelas y maestros del sistema–, la estadística 911, la nómina del pago magisterial –que permite conocer la evolución de los pagos y la vida laboral– y las evaluaciones de maestros y alumnos.

Todo ello ha arrojado un diagnóstico claro que permite el diseño de las estrategias y políticas del sector. Para el secretario gran parte de los obstáculos en el avance de la educación obedecía a esa opacidad y la falta de información que permitía tener un sistema de ese tipo.

Para poder transitar a un sistema de obligaciones y derechos claros, sustentado en el mérito, es fundamental tener información y que sea transparente.

La visión optimista del secretario contrastó con la de la investigadora del CIDE, Blanca Heredia, quien destacó que si bien se ha construido una amplia base de datos la información disponible está en su inmensa mayoría dispersa y fragmentada. No se habla una base de datos con la otra base de datos, no está actualizada o no se sabe si lo está. Además, una cosa grave es que la actualización no es uniforme, no se actualiza en un lado afectando al conjunto del sistema.

Resaltó que aún falta la sistematización y difusión de datos fundamentales, como por ejemplo las nóminas estatales, pues hay mucha disparidad y son de difícil acceso. Disparidades entre lo que se reporta en los estados, la federación y también lo que había en el censo. Los estados no publican la nómina magisterial ni el concurso de plazas docentes. No puede accederse a las listas de prelación, ni siquiera para el caso de la Ciudad de México.

En su oportunidad, el rector de la UNAM, Enrique Graue, afirmó que la transparencia y el acceso a la información es fundamental para mejor el sistema educativo en su conjunto. Si no somos transparentes y si no se entregan los resultados del desempeño de las instituciones educativas la sociedad no tendrá elementos para confiar en nosotros.

Para la consejera de la junta de gobierno del Instituto Nacional de Evaluación Educativa, Teresa Bracho, contar con garantías de acceso a la información es importante, pero no es suficiente, porque no garantiza que pueda ser utilizada para el mejoramiento del sistema educativo. Es necesario asegurar que pueda ser usada y sistematizada por los principales actores involucrados para que realmente redunde en una mejor educación.