En su primer día de estancia en el país, el nuncio apostólico Franco Coppola acudió la mañana de ayer a la Basílica de Guadalupe para encomendar su labor en México a la Virgen de Guadalupe, indicaron fuentes religiosas, quienes acotaron que esta actividad fue de carácter privado.

Coppola llegó a las 23 horas del miércoles 28 de septiembre a la terminal dos del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en el vuelo comercial (Aeroméxico) AMX-002, proveniente de Roma, y con escala en Madrid, aeronave que venía con casi cuatro horas de retraso, pues se esperaba el arribo a las 19:30 horas. Aunque representantes de diversos medios de comunicación lo esperaban, el representante del Vaticano no dio declaraciones a la prensa y fue escoltado hacia un salón especial, en donde le dieron la bienvenida al país integrantes de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), de la nunciatura apostólica y del gobierno federal.

La comitiva de recepción estuvo encabezada por los cardenales José Francisco Robles Ortega, presidente de la CEM, y Alberto Suárez Inda, arzobispo de Morelia, así como Alfonso Miranda Guardiola, secretario general de organismo episcopal. También estuvo Sigifredo Noriega Barceló, obispo de Zacatecas y segundo vocal del Consejo de Presidencia de la CEM, órgano conformado por seis jerarcas. De parte del gobierno estuvo Humberto Roque Villanueva, subsecretario de población, migración y asuntos religiosos de Gobernación.

La labor oficial del nuevo nuncio comenzará una vez que entregue sus cartas credenciales al presidente Enrique Peña Nieto.

El 9 de julio pasado, el papa Francisco designó al arzobispo de Vinda –quien en esa fecha era representante de la sede pontificia en República Centroafricana y Chad– como sucesor de Christophe Pierre, quien fue asignado a Estados Unidos, luego de ser nuncio en México durante nueve años.