Se diseñarán tres monumentos con las armas que entreguen las FARC
Martes 27 de septiembre de 2016, p. 6
Bogotá.
Un balígrafo, una escopetarra, una paloma y tres monumentos que se construirán con las armas fundidas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) quedarán como recuerdo simbólico de la firma del acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y ese grupo guerrillero.
El balígrafo. Un bolígrafo hecho con una bala de fusil de calibre 50 se convirtió en uno de los símbolos cuando el presidente Juan Manuel Santos le regaló uno a Timochenko, el jefe de las FARC, durante una ceremonia en junio pasado en La Habana.
Las balas escribieron nuestro pasado, la educación escribirá nuestro futuro
, dice una leyenda grabada en el balígrafo.
La idea de fabricar unos bolígrafos usando balas de fusil fue del Ministerio de Educación, que pidió a la industria militar la donación de 500 balas, algunas de las cuales fueron usadas en combates.
Los balígrafos han sido obsequiados por el gobierno a varios personajes y Santos y Timochenko firmaron el acuerdo de paz con uno de ellos.
Paola. Una paloma, que representa a la paz, se convirtió desde hace tiempo en un elemento que acompaña al presidente Santos en todas partes. La paloma siempre está en la solapa del terno del presidente y muchos funcionarios del gobierno también la usan.
Escopetarra. El músico César López diseñó en 2003 una guitarra usando una escopeta de un fusil AK-47. Desde entonces, la escopetarra lo acompaña en todas sus presentaciones y se convirtió en otro de los símbolos del proceso de paz.
Monumentos. Durante la negociación se acordó que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia entregarán las armas en un proceso por fases que debe culminar a más tardar en 180 días después de la firma del acuerdo final. Para ello los cerca de 8 mil miembros del grupo estarán concentrados en 27 sectores del país bajo un sistema de revisión de la Organización de Naciones Unidas, organismo que recibirá las armas. Una vez fundidas, serán usadas para construir tres monumentos sobre la paz, que se levantarán en La Habana, la sede de las negociaciones, en Colombia y en la sede de la Organización de Naciones Unidas en Nueva York.