Atizapán de Zaragoza, Méx.

El derrumbe de un talud de 17 metros de alto en la calle Bosques de Orozuz puso en evidencia que las empresas que han fraccionado los cerros de la Zona Esmeralda no cumplen las medidas de seguridad a que están obligadas para realizar cortes de cerros, derribos masivos de árboles y excavaciones para cimentar sus proyectos habitacionales.

El 20 de agosto, unas 15 toneladas de escombros cayeron en los traspatios de varias residencias del fraccionamiento Las Puertas. El ayuntamiento pagó combustible, camiones de volteo y salarios de peones que quitaron rocas y lodo de las calles. Tres residencias están en riesgo de ser aplastadas.

Zona Esmeralda es un conjunto de más de 14 fraccionamientos residenciales de lujo con campos de golf y pistas para helicópteros. Una residencia llega a costar hasta 30 millones de pesos.

Hace cinco años empresas inmobiliarias comenzaron a edificar fraccionamientos similares a los de interés social, lo que incrementó la ocupación de predios y el movimiento de suelos.

Las inmobiliarias, entre ellas Frisa y Difusa, construyen conjuntos como Puerta Bosque Esmeralda sin cumplir medidas de protección civil y sin realizar obras de mitigación para evitar derrumbes.

En un recorrido por puntos de riesgo en Zona Esmeralda, personal de Protección Civil mostró cómo se han construido taludes inseguros y se han aplanado las cimas de cerros; tierra y piedras son desplazadas hacia las laderas, donde había zonas arboladas.

Zona Esmeralda colinda con el río Chiluca, que arrastra los materiales que salen de las excavaciones, y existe riesgo de taponamiento y de obstrucción de vialidades, por ejemplo hacia La Estadía, donde los vecinos se quejan de que encuentran rocas.

Denunciaron también que calles pavimentadas son dañadas por el paso de camiones de carga, maquinaria pesada y revolvedoras de concreto.

Carlos Rodríguez Delgado, director de protección civil, informó que la alcaldía llamó a los empresarios a respetar las normas municipales de seguridad; de lo contrario, las obras serán suspendidas. No obstante, precisó que corresponde a la Secretaría de Desarrollo Urbano del gobierno estatal supervisar y exigir que las constructoras cumplan estas disposiciones.

Dijo que algunas construcciones han tenido hasta 14 deslaves y han puesto en riesgo a trabajadores y vecinos por escurrimientos que abren brechas en taludes, los cuales terminan por derrumbarse u obstruir vialidades en los fraccionamientos Las Puertas, Chiluca y La Estadía, entre otros.