Investigadores y activistas defensores de los animales plantearon en la Cámara de Diputados prohibir las corridas de toros; argumentan que se trata de una práctica que somete a los astados a tortura y sufrimiento hasta la muerte.

Los participantes en el foro Análisis contra la tauromaquia, convocado por la bancada del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), revelaron que en el país existen 45 escuelas taurinas financiadas con presupuesto público, donde se admite a niños de 3 a 17 años, a quienes se entrena en la manipulación de estoques y banderillas, y después se les explota laboralmente en corridas.

En el foro, tenso en momentos por las disputas entre defensores de los animales y representantes de ganaderías, el asesor jurídico de la Asociación Nacional de Matadores de Toros, Salvador Arias, respondió que también hay escuelas de danza y de teatro que admiten niños. Yo no veo la diferencia.

Su postura generó abucheos de los asistentes, al igual que la declaración del médico veterinario José Heredia Gómez, quien sostuvo que durante las faenas el toro no sufre dolor.

Sin embargo, activistas señalaron que desde la salida se somete al toro a maltrato, que se inicia con los rejoneadores, conti-núa con los banderilleros y culmina con el estoque, que en ocasiones no es aplicado con destreza por el matador y entonces se requiere aplicar el descabello.

Mónica Hernández Castañeda, dedicada a la defensoría de los animales, sostuvo que los toros de lidia son torturados durante 20 minutos, desde los puyazos que les destrozan las cervicales, las banderillas que se prenden a sus carnes y el estoque de 80 centímetros que les destroza los pulmones y los ahoga en su propia sangre.

Del lado de los empresarios, Rafael Cué, representante de la empresa Tauromaquia Siglo XXI, señaló que se trata de una actividad que genera ganancias extraordinarias. Refirió que la Feria de San Marcos reporta ingresos de 3 mil millones de pesos, mientras la de León deja una derrama de 2 mil millones.

Hernández Castañeda indicó que, según cifras de las propias ganaderías, éstas enfrentan pérdidas y refirió que Xajay, la más importante del país, reporta ventas de entre 1.9 y 2.7 millones de pesos, pero que sus egresos son de entre 3.5 y 4 millones. Rafael Herrerías se retiró de la Plaza México porque dijo que ya no le alcanzaba para la renta, ¿negocio para quién?, cuestionó.

Gustavo Lozano Guerrero, representante de la campaña de la Fundación Franz Weber para abolir las corridas de toros, respondió que las posturas contra la llamada fiesta brava no pretenden atacar a una minoría, como acusaron los ganaderos.

El colectivo vinculado a la afición no es una minoría. Cuando se habla de minorías se refiere a quienes tienen poco acceso al poder, a la toma de decisiones, indicó.

Recordó que la Comisión de Ganadería desechó una iniciati-va de Movimiento Ciudadano para dejar de subsidiar a las ganaderías desde el erario federal. Y cómo no lo iba a rechazar, si algunos de los diputados de esa comisión son ganaderos de toros de lidia, resaltó.