No me toca ir a la Cámara de Diputados a gestionar mayores recursos económicos para salud, afirmó José Narro Robles. Ante el ajuste que tendrá el presupuesto en 2017, dijo que se debe tener una actitud responsable frente a las dificultades que enfrentan las finanzas públicas y recordar que ha habido momentos con buenas condiciones, pero hoy tenemos que hacer un esfuerzo mayor.

El titular de la Secretaría de Salud (Ssa) resaltó que su posición responde a que formo parte de un gobierno y entiendo la situación. También recordó que entre 2000 y 2016 el presupuesto para el área se multiplicó en 6.2 veces.

Durante una conferencia de prensa que dio en forma conjunta con la ministra de Salud de Dinamarca, Sophie Lohde Jacobsen, con quien formalizó el acuerdo de colaboración para fortalecer el primer nivel de atención, Narro Robles hizo un comentario breve sobre la disminución de recursos económicos que enfrentarán la mayoría de los programas de la dependencia a su cargo, incluido el Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos (FPCGC) y el Seguro Médico Siglo XXI, ambos administrados por la Comisión Nacional de Protección Social en Salud.

De acuerdo con el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2017, la reducción del gasto en salud representa más de 10 por ciento respecto de la asignación autorizada para 2016, es decir, poco más de 10 mil millones de pesos, lo cual tendrá impacto negativo en todas las acciones de prevención de enfermedades consideradas prioritarias, como el sobrepeso y diabetes.

Ayer el titular de la Ssa explicó nuevamente que en términos reales el recorte es de 2 mil 200 millones, ya que en 2016 hubo un par de ajustes por poco más de 8 mil millones de pesos. Este monto ya no se tuvo en el año y tampoco se tendrá el próximo, lo que en el caso del FPCGC significaría una disminución de 10 mil millones de pesos en los dos años.

Información de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud advierte que esta situación pone en riesgo la viabilidad financiera del fideicomiso, cuyos recursos se destinan al pago de los tratamientos de enfermedades de alto costo, como el cáncer en la infancia, los tumores malignos de mama, cérvico uterino y de próstata, así como los medicamentos para el control de VIH/sida, entre otros.

Hace unos meses la comisión indicó que la disminución de sus recursos implicaría retrasar la inclusión de otros padecimientos a la cobertura del fondo, y ante el nuevo ajuste indicó que analizará la forma de mitigar su impacto, así como de procurar la subsistencia de este esquema que tiene la finalidad de evitar el empobrecimiento de las familias a causa de la atención de padecimientos graves.