Xalapa, Ver.

Los sacerdotes católicos Alejo Nabor Jiménez Juárez, de 50 años de edad, y José Alfredo Juárez de la Cruz, de 30, secuestrados la noche del domingo por personas armadas en la ciudad de Poza Rica, fueron encontrados muertos la mañana de ayer en el paraje conocido como La Curva del Diablo, comunidad de Reforma Escolín, municipio de Papantla.

La Fiscalía General del Estado informó que los religiosos y un auxiliar de la iglesia de Nuestra Señora de Fátima, en la colonia Petromex de Poza Rica, fueron secuestrados por un grupo armado que irrumpió en el inmueble.

Personas cercanas a los sacerdotes señalaron que se trató de un robo, y como los religiosos opusieron resistencia los ladrones se los llevaron.

Luego de recibir una denuncia ciudadana, agentes de la Fuerza Civil buscaron a los dos curas y hallaron sus cuerpos cerca de las 13 horas de ayer en el paraje, localizado en la carretera que comunica Poza Rica con Papantla.

Ambos estaban maniatados y tenían heridas de bala en diferentes partes del cuerpo, incluido el rostro. El auxiliar de la iglesia logró escapar de sus captores y está bajo resguardo policial.

Este mismo lunes, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) expresó sus condolencias por el homicidio de Jiménez Juárez y Juárez de la Cruz.

En estos momentos de dolor, impotencia y tragedia provocada por la violencia, elevamos nuestra plegaria al cielo por el eterno descanso de nuestros hermanos, e imploramos la conversión de sus agresores, dijo la CEM en un comunicado.

Asimismo, pidió a las autoridades estatales el esclarecimiento de los crímenes y la aplicación de la justicia contra los responsables.

El doble homicidio fue perpetrado sólo 24 horas después de que el Ejército Mexicano, en coordinación con la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Veracruz, llevó a cabo una operación especial e instaló seis bases de operaciones móviles en la región, donde los índices de criminalidad se han disparado.

Desde el 30 de junio de 2015 Poza Rica ha estado inmersa en una ola de violencia que afecta el núcleo urbano y municipios vecinos, donde se han cometido asesinatos a pleno día.