Morelia, Mich.

Más de 40 pueblos purépechas exigieron al Congreso local y al gobierno estatal que se reconozca legalmente a las rondas comunitarias, sistema de seguridad basado en usos y costumbres que, dijeron, es la única manera de desterrar la delincuencia, como ya lo hicieron los municipios de Paracho y Cherán, informó el dirigente del Movimiento Indígena de Michoacán, Abundio Marcos Prado.

El presidente de la comisión de pueblos indígenas del Legislativo de Michoacán, Ángel Cedillo Hernández, dio a conocer que, a petición de comunidades indígenas, promueve una iniciativa de ley que reconozca las llamadas rondas comunitarias, pues las fuerzas de seguridad de los tres niveles de gobierno sólo les han dejado malas experiencias de abusos y corrupción.

Añadió que las diferentes bancadas del Congreso del estado coinciden en apoyar reformas constitucionales en beneficio de las comunidades indígenas, en particular las relacionadas con seguridad, pues Cherán y otros poblados han demostrado ser capaces de mantener la paz.

El perredista Cedillo Hernández consideró que el mejor ejemplo de autodefensa es Cherán, que fue pisoteada por el crimen organizado con el aval de las autoridades municipales hasta el 15 de abril de 2011, cuando, tras un enfrentamiento con talamontes, el pueblo se hizo cargo de su seguridad y creó un concejo supremo que ha dado buenos resultados.

Destacó que desde la época prehispánica los pueblos originarios han recurrido a la organización comunal para ejercer sus derechos. Organizan rondas comunitarias y los barrios designan a un policía o vigilante.

Se requiere apoyo de la Federación y del gobierno estatal para que protejan los recursos naturales, porque los pueblos ancestralmente se saben proteger con las rondas comunitarias. Defendemos con todo a nuestras familias sin cobrar un peso y sin capacitación especial, apuntó a su vez Marcos Prado, oriundo de la región purépecha de la Cañada de los Once Pueblos.

El dirigente indígena señaló que la Policía Michoacán y el mando único actúan arbitrariamente y abusan de los comuneros. Llega la policía y ningunea, atrapa, golpea a la gente, y eso trae consecuencias. No ha mejorado nada; la inseguridad se ha institucionalizado. Antes no sabíamos quién nos golpeaba, pero hoy sabemos que es policía.

Aseguró que hay quejas constantes en Chilchota, Paracho, Nahuatzen, Uruapan, Los Reyes y Tangamandapio. Este último municipio organizó una policía de respeto.

El jefe de tenencia de Pomacuarpán, municipio de Paracho, dijo que en esa zona está todo calientito, todo sigue igual, el crimen no cede. En tanto, el jefe de tenencia de Nurío (Paracho), Santos Salmerón, dijo que desde hace años esa comunidad tiene el control de sus cuerpos de seguridad, lo que impide el paso a los delincuentes.

El jefe de tenencia de Huáncito, municipio de Chilchota, aseguró que esa zona está tranquila, aunque hay lugares de La Meseta y La Cañada de los Once Pueblos donde el crimen sólo está controlado.