El fiscal de Guerrero, Javier Olea Peláez, anunció que muy pronto se inaugurará un panteón ministerial en el municipio de Chilpancingo, en el que se depositarán los restos de 400 personas que no han sido identificadas.

A fin de que cada uno de los restos pueda ser identificado posteriormente, la Fiscalía General del estado elabora un registro biométrico de cada uno para que en caso de que alguna persona acuda a denunciar una desaparición, sus datos genéticos puedan ser confrontados con las bases de datos.

Olea Peláez, al ser entrevistado al término de la ceremonia en la cual se firmó un convenio de colaboración que permitirá que las fiscalías tengan acceso a la base de datos del Registro Nacional Electoral para confrontar las huellas dactilares de los ciudadanos con restos considerados no identificados, señaló que en Guerrero se tienen 400 cuerpos sin identificar.

En tanto, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, Édgar Elías Azar, informó que en la capital del país hay 700 cuerpos sin identificar anualmente, cuyos restos son enviados a la fosa común.

Dijo que la problemática se enfrenta “ahora de cara al universo de cadáveres no identificados en el país. Tan sólo nosotros, en la capital, registramos un promedio de 700 casos al año, cuyo destino final es la fosa común.

“Por la inmensa mayoría de los cadáveres que yacen en las fosas comunes de todo el país y que no han sido identificados, el Estado mexicano, nosotros, todos, estamos obligados a tener la totalidad de datos que permitan identificarlos, ya sea en este momento o años después. Esta obligación internacional hasta la fecha tenemos que hacer que se vea cumplida en toda su cabalidad.

Hasta en tanto la verdad sobre la muerte de la persona no se satisfaga, tenemos que seguirlo trabajando, concluyó Elías Azar.