Para ser un líder en la cancha o en la vida la clave está en saber escuchar y crecer, afirmó Kobe Bryant, quien se llevó el cariño del público al hablar más en español que en inglés, ya que es el idioma con el que generalmente se comunica con su familia, sobre todo con sus hijas ahora que las disfruta desde que dejó la otra pasión que lo tuvo durante 20 años en la duela: el basquetbol profesional de la NBA.

El ex jugador de los Lakers de Los Ángeles dijo adiós hace cinco meses como el tercer mejor anotador en la historia del deporte ráfaga en Estados Unidos, en una de las peores campañas del conjunto californiano, pero se despidió en grande con cinco anillos, además de dos medallas olímpicas en Pekín 2008 y Londres 2012.

Bryant causó asombro no sólo por su elegancia con el traje gris que portó, sino por la sonrisa con la que ingresó y por su expresión ¡Hola, ¡Hola!, ¿Cómo están?, dijo a los 10 mil espectadores e invitados en el 30 aniversario de la Fundación Telmex México Siglo XXI, en el Auditorio Nacional.

Estaba emocionado por el cariño con el que lo recibieron los mexicanos.

Luego de reconocer que era la primera vez que estaba en nuestro país, resumió lo que fue el basquetbol en su vida, el cual comenzó a jugar a los dos años de edad. Debió sacrificar fiestas y cosas que luego, admitiría entre risas, las conocería cuando llegó a la NBA, a los 17.

Más allá del legado y de su competencia con Michael Jordan, a quien nunca le tuvo miedo, Kobe dijo que lo más importante del deporte es saber escuchar al compañero, porque de ahí parte el éxito en todos los ámbitos del ser humano.

Un líder tiene que decir la verdad y hacer lo que más te gusta, dijo el Mamba, quien se definió como una persona comprensiva, pero en la cancha se transformaba en un animal. También confió que lo más difícil que enfrentó fue una lesión en el tobillo.

Bryant mencionó que como jugador, el triunfo es efímero y que lo que más aprendió fueron de las derrotas.

La fama es un poco truculenta, la gente cree que eres perfecto o tratas de serlo, porque significa que eres un ejemplo bueno o malo. Yo me di cuenta de esto a los 26 años, añadió Bryant.

Por su parte, el español Carles Puyol comentó que dejó todo por el futbol en el día a día ante la exigencia del deporte, lo cual le representó con el Barcelona ganar seis títulos en 2009, así como dos más con la selección española como capitán.

Soy afortunado porque durante 20 años hice lo que me gustó y lo di todo como portero, delantero y defensa, posición última que le asignó Luis Van Gaal.

Puyol, quien sufrió 37 lesiones como jugador, dijo que no todo es color de rosa para los deportistas, porque también pagan las consecuencias y daños colaterales. Pidió paz en el mundo y que nadie pase hambre.

Al final, Bryant y Puyol se unieron con los medallistas olímpicos María del Rosario Espinosa, Germán Sánchez e Ismael Hernández, así como con el empresario Carlos Slim, fundador del certamen, y Arturo Elías Ayub, director de Telmex, para agradecer a todos los que vinieron de diferentes lugares y esperan verlos el próximo año.