Presuntos normalistas de Michoacán incendiaron un autobús sobre la carretera libre Pátzcuaro-Uruapan, en el entronque con San Juan Tumbio, para exigir la entrega de mil 500 plazas de maestros, sin presentar examen de oposición, a egresados de las ocho normales del estado, así como la liberación de ocho estudiantes detenidos hace dos semanas en la caseta de peaje de Ecuandureo.

Aproximadamente a las 13 horas, los jóvenes llegaron en tres autobuses a la desviación a Nahuatze, Paracho y Cherán, atravesaron un camión de la empresa Ómnibus, le prendieron fuego y se retiraron hacia las comunidades indígenas citadas.

La Secretaría de Seguridad Pública, en coordinación con agentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Policía Federal, reforzó el operativo para evitar que los manifestantes continúen con acciones al margen de la ley.

En Morelia, la Coordinadora de Universitarios en Lucha (CUL) ocupó las instalaciones de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo por segundo día consecutivo y extendió el bloqueo a preparatorias y facultades de Sicología, Enfermería, Odontología, Derecho, Químico Farmacobiología, Veterinaria y Colegio de San Nicolás, que se ubican fuera de Ciudad Universitaria.

Los manifestantes exigen mil 500 lugares para alumnos que reprobaron el examen de admisión. Las autoridades han dicho que no dialogarán bajo presión. La institución suspendió desde el lunes pasado el subsidio para alimentación de las 13 casas de estudiantes que albergan a integrantes de la CUL.

En Acapulco, egresados de la Escuela Superior de Educación Física que realizaron el examen de ingreso al servicio profesional docente exigieron plazas y bases, hayan sido o no calificados de idóneos, señaló Juan Manuel Hernández Oliva, ex alumno de la institución.

Otra egresada, Beatriz Romero Radilla, subrayó que ocho de cada 10 jóvenes fueron calificados de idóneos y aún no reciben sus nombramientos.

Integrantes del Frente Unido de Normales Públicas del Estado de Guerrero consideraron injusto que una o dos respuestas puedan hacer la diferencia para calificar como idóneos, y afirmaron que ellos son aptos para ejercer la profesión.