El concepto de ciudades inteligentes surgió hace aproximadamente 20 años en varios países, sin embargo, en México es necesario desarrollar este concepto para poder utilizarlo en la planeación integral, ya que sin ella –a corto, mediano y largo plazos– cada vez tendremos más ciudades en decadencia acelerada, lo que se traduce en que no sean competitivas a escalas nacional ni global, dijo Luis Javier Castro Castro, miembro de la Academia de Ingeniería de México y consultor en urbanismo y políticas de distribución de la población. El especialista impartió la conferencia ¿Cuándo es una ciudad inteligente?, como parte de la primera sesión del simposio de ingeniería de la Reunión General de la Academia Mexicana de Ciencias, que se realiza esta semana.

Castro refirió que una ciudad inteligente es aquella que hace uso de los avances tecnológicos para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y realiza una adecuada gestión de los recursos para mantener la calidad de los servicios que su población recibe.

Entre los componentes principales e indicadores de las ciudades inteligentes que el investigador mencionó, están: vida –seguridad, salud, cultura y felicidad–, personas –sociedad inclusiva, educación del siglo XXI–, movilidad –prioridad a las opciones limpias y no motorizadas– y ambiente –energía verde, edificios verdes, planeación urbana verde.

El gobierno de Dubai, capital de Emiratos Árabes Unidos, explicó, se ha trazado como objetivo para 2017 ser la ciudad más inteligente del mundo. La iniciativa inició en 2014 y su plan de acción incorpora una plataforma inteligente que unifica y coordina todas las áreas sobre las que el gobierno quiere incidir en los dos próximos años. Incluye la gestión de los servicios de la ciudad y de sus infraestructuras.

En el caso de México, algunas experiencias piloto, que todavía no pueden ser consideradas ciudades inteligentes, se han desarrollado en Puebla, Guadalajara, Ciudad Maderas (Querétaro) y Guanajuato.