Tepic, Nay.

Arropado por las huestes de la Confederación Nacional Campesina (CNC), en el auditorio de la ciudad adonde fueron convocados para el 78 congreso de la organización, el presidente Enrique Peña Nieto aseveró que quienes trabajan en la producción agrícola ‘‘saben de los tiempos difíciles, de lo complejo que es trabajar en el campo’’.

Sin embargo, reivindicó las políticas gubernamentales dirigidas al sector, que en la actualidad crece a ritmos más acelerados que el conjunto del país.

En vísperas de su cuarto Informe, el Presidente dijo: ‘‘Somos un gobierno que decidimos no sólo administrar lo que recibimos, sino impulsar cambios que le den a México la oportunidad de crecer de forma más acelerada, de tener mayor desarrollo y, sobre todo, de garantizar que el día de mañana las nuevas generaciones tengan mayores espacios de oportunidad’’.

Para entonces, Peña Nieto ya había escuchado los desbordados elogios del líder cenecista, Manuel Cota, así como los gritos de apoyo que desde diversos sectores del auditorio le prodigaban sus correligionarios.

En el templete se encontraban políticos como el líder priísta, Enrique Ochoa, y el coordinador de los senadores, Emilio Gamboa. También había algunos de los gobernadores que contribuyeron al escenario complejo que vive hoy el PRI, como los mandatarios de Durango, Jorge Herrera Caldera, y César Duarte, de Chihuahua, quienes en breve entregarán el poder al PAN, así como algunos de los que rindieron buenas cuentas electorales al tricolor, como el zacatecano Alejandro Tello y el hidalguense Omar Fayad.

En tono de arenga, el líder cenecista, Manuel Cota, dijo: ‘‘El Presidente encarna a la patria y a los valores supremos de una nación’’. Y ya en esa lógica de halagar la figura presidencial sin mesura recordó el papel de la CNC en el destape del mexiquense como candidato presidencial: ‘‘Por eso, como en el campo, la buena semilla dará buena fruta’’.

En su turno, Peña Nieto prodigó también halagos a las bases de la CNC y desgranó cifras que, dijo, resumen los alcances de las políticas gubernamentales en el sector primario, como la inversión de 63 mil millones de pesos que ha permitido a México ser en la actualidad un país superavitario en el sector agrícola, donde las exportaciones superan las importaciones. Por ello, dijo, la actividad agrícola crece a un ritmo de 4.2 por ciento y la agroalimentaria a 3.3, ambas por arriba del promedio de crecimiento nacional.

Mencionó además que el objetivo sexenal era acelerar la tecnificacjon del campo alcanzando 500 mil hectáreas con nuevas técnicas de riego que incrementan la productividad y reducen el consumo de agua. Sin embargo, precisó que se superará la meta, pues para fines de 2016 se alcanzarán ya 450 mil hectáreas.

De entrada, agregó, esto permite el ahorro de agua equivalente al consumo de la Ciudad de México durante dos años; pero además, ‘‘no sólo eso, estamos logrando que esas tierras aprovechen de mejor manera el agua, que produzcan más, que por cada metro cúbico que se emplea del líquido se pueda producir más y las cifras ahí están’’.