El entrenador Juan Hernández recuerda portazos
de la Conade cuando pidió apoyo
Todos se quieren colgar esa presea y ni yo lo hago
, critica
Destaca que González no se dejó intimidar en la competencia
Convoca a jóvenes para que sean marchistas en Tokio 2020
Martes 23 de agosto de 2016, p. a13
El profesor de marcha Juan Hernández, de 70 años, está apurado por resolver algunos asuntos personales de inicio de semana, entre ellos hacerse unos estudios porque se ha sentido mal últimamente. A pesar de la premura y las dolencias propias de la edad, el veterano entrenador no pierde la jovialidad y un impulso cobra fuerza en su voz. Guadalupe González, su alumna a quien formó desde cero, ganó el viernes la medalla de plata en caminata 20 kilómetros en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro con apenas tres años de experiencia y un puñado de competencias. Pero lo más importante: sin el apoyo de las autoridades que deberían fomentar el talento deportivo.
Esa medalla fue una bofetada a las autoridades que nos dieron portazos cuando necesitamos de su ayuda
, dice al referirse a la Conade, institución que dirige Alfredo Castillo. Nadie sabe lo que sufrimos para llegar a esa medalla. Ahora las autoridades se quieren colgar esa presea
.
Un mes antes de que iniciaran los Juegos Olímpicos, sus previsiones estaban asentadas en la aspereza de la realidad. Dijo en aquel momento que el principal rival de Lupita era su poca experiencia como marchista –la competencia en Río fue la novena en su trayectoria–, mientras sus rivales chinas –calculó– tenían cuando menos 10 años de carrera y 50 competencias en sus hojas de vida. A eso, apuntó entonces, se sumaba el descuido de las autoridades.
“Yo esperaba al menos que Lupita quedara entre las seis mejores, pero cuando le hice los test antes de que viajara a Río, me di cuenta que podía meterse al podio, pero me contuve de hacer cualquier declaración que la comprometiera y la hiciera quedar mal”, comenta.
“Por eso la atacaron las chinas todo el tiempo, porque sabían que Lupita les podía meter un susto del tamaño del mundo. Y Lupita aguantó y aguantó; ahí iba ella sin dejarse intimidar. Sólo cometió un par de errorcitos, cuando se orilló a tomar agua y las chinas le cerraron el paso, y también en el último tramo, cuando la que se llevó el oro se le adelantó. Pero peleó como toda una guerrera”, explica el profesor con ese tono inflamado de los padres que presumen a sus hijos.
Y entonces recuerda que la vio cruzar la meta por televisión, porque no viajó a Brasil; el puesto que le correspondía se lo cedió a su auxiliar Gerardo Muñoz.
Aunque confía plenamente en la inteligencia de Lupita y su auxiliar, el entrenador de pronto piensa que si hubiera estado en la competencia tal vez el resultado sería distinto. Pero no está seguro. De lo que sí está seguro es que el triunfo es absolutamente de su alumna.
Todos se quieren colgar de esa medalla que ganó y ni yo lo hago
, ataja Hernández.
La Conade no le aprobó los recursos que requería para el campamento rumbo a los Juegos Olímpicos, refiere el entrenador. Dice que entre portazo y portazo, no recibió respuesta sobre el calendario que presentó.
Fue la Universidad Autónoma del Estado de México la que terminó apoyándonos. Yo creo que fue al menos un millón de pesos, porque fue un trabajo de seis meses en el que contamos con transportes, médicos, fisioterapeutas, en fin, todo lo que se necesita para una concentración tan larga.
El profe Hernández, ganador del Premio Nacional de Deportes 1999, comparte que su sueldo es de alrededor de 25 mil pesos, aunque de ahí le paga a su auxiliar y a la ex marchista Graciela Mendoza, quienes lo apoyan en la preparación de González.
“Yo lo que quiero es que me den gente para entrenar y facilidades. Es más, convoco a menores de 16 años que estén dispuestos a comprometerse y si Lupita en tres años logró esto, nos quedan cuatro para tener muchas Lupitas y demostrar en Tokio 2020 que esa medalla no fue casualidad”, desafía.
–Cuando se enteró que el titular de la Conade, Alfredo Castillo, viajaba con su pareja, mientras usted estaba en México, ¿cuál fue su reacción?
–Yo no quiero opinar de eso. Yo peleé para que me dieran apoyo y me lo negaron.
Castillo regresó con desprestigio, reconoce, y Lupita, con una medalla. Señales que para ellos no existen
.