Si lograron ingresar, les toca apoyar
Domingo 21 de agosto de 2016, p. 15
En la defensa de la educación pública hace falta que los estudiantes enarbolen las demandas, se organicen en estructuras permanentes y aborden la discusión desde el punto de vista internacional.
Lo anterior fue señalado por participantes en el segundo Encuentro contra la precariedad laboral de los académicos y en defensa de la educación pública, realizado en la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Hay luchas que se deben dar desde la Universidad, y los alumnos que lograron ingresar deberían apoyar a los rechazados
, consideró Atzelbi Hernández, del Movimiento de Estudiantes Excluidos de la Educación Superior (Maes).
Desde hace varios años la UNAM recibe 10 por ciento de los aspirantes a licenciatura, afirmó. La activista, egresada de esa casa de estudios, precisó que en 2006 se aplicaron 100 mil exámenes de ingreso a ese nivel educativo, pero sólo se dio cabida a 10 mil.
Para 2015, continuó, se duplicó la cantidad y de 208 mil solicitantes, 19 mil lograron entrar. Una situación similar ocurre en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), que ofrece apenas 24 mil lugares, sostuvo. La Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) recibe a 12 mil de un promedio de 90 mil examinados, aseveró.
En la UAM, la situación es gravísima
porque hay cupo y puntaje mínimo para ingresar. Lo que deja carreras con varios rechazados y grupos vacíos
.
Luis Cario, estudiante de filosofía y letras, apuntó la necesidad de que el movimiento estudiantil en México tenga una estructura permanente. Citó el caso de Cuba, donde la Federación Estudiantil Universitaria participa en la creación del modelo educativo. En el país, comparó, ni siquiera los maestros son tomados en cuenta para modificarlo, como ocurre con la reforma educativa.