No teme a la hostilidad; aguanté tensiones mayores en mi vida
Jueves 18 de agosto de 2016, p. 26
Río de Janeiro.
La suspendida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, asumirá personalmente su defensa ante el Senado en el juicio político que enfrenta y que podría culminar en su destitución definitiva, declaró este miércoles la mandataria a un diario brasileño.
“Será la manifestación de una presidenta que es juzgada en un proceso de impeachment (destitución) sin crimen de responsabilidad”, señaló Rousseff al periódico Folha de Sao Paulo.
Agregó que no teme a las posibles hostilidades de sus adversarios políticos, algo que prevén muchos de sus simpatizantes, que por eso no quieren verla en el recinto durante el juicio.
Nunca tuve miedo de eso. Aguanté tensiones mucho mayores en mi vida. Es un ejercicio de democracia
, aseguró Rousseff.
El juicio político para la destitución de la mandataria debe empezar el próximo 25 de agosto, poco después de que terminen los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Se estima que el Senado podría dar su veredicto final más o menos una semana después.
La destitución de la primera presidenta de Brasil, en el cargo desde 2011, parece muy probable. El Senado, que ya la suspendió por seis meses en mayo con una clara mayoría, votó la semana pasada a favor de poner en marcha el juicio definitivo.
Si se repite el voto de la semana pasada, cuando 59 senadores votaron contra Rousseff y sólo 21 a favor de que se suspenda el juicio, la presidenta habrá perdido definitivamente el cargo. Para la destitución es necesaria una mayoría de dos tercios.
Si Rousseff es destituida, el vicepresidente, Michel Temer, seguirá en la jefatura de Estado, que ejerce de forma interina desde mayo, hasta los comicios regulares previstos para 2018.
Rousseff ha calificado a Temer de usurpador
y traidor
, después de que su ex socio político apoyó el juicio político en su contra.