Río de Janeiro.

La clavadista brasileña Ingrid de Oliveira, de 20 años, fue expulsada de la Villa Olímpica debido a un escándalo sexual que, según el Comité Olímpico Brasileño (COB), perjudicó su rendimiento en los juegos al quedar última en la prueba de plataforma 10 metros sincronizados.

La noche anterior a la competencia, De Oliveira pasó la noche en la Villa con el remero Pedro Gonçalves. Ella pidió a Giovanna Pedrosa que le dejara la habitación libre, pero su compañera de cuarto argumentó que debían descansar para la prueba. Sin embargo, ante la insistencia Pedrosa accedió y se fue a dormir a otro lado.

Al día siguiente (martes) la dupla local terminó en último lugar, resultado que desconcertó al COB, ya que tenían expectaticas mayores con las brasileñas, después de que en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 consiguieron la medalla de plata.

Pedrosa, de 17 años, informó al COB el comportamiento de su compañera de cuarto y que durante la prueba de plataforma compitieron casi sin hablarse.

De Oliveira, quien dio su versión. La derrota es también una victoria porque sin ella no crecemos. Todo mundo comete errores, nadie es perfecto, publicó en su cuenta de Instagram y admitió que Gonçalves es mi amigo. Hemos pasado por muchas cosas juntos, pero de mi vida personal no tengo nada que decir.