Bogotá.

El ex presidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez, líder de la campaña No a la Paz, fue abucheado por estudiantes durante una acto realizado la noche del viernes en la Universidad del Norte, en la ciudad caribeña de Barranquilla, con gritos de ¡fuera, fuera! y sí a la paz.

Ante más de 200 jóvenes en la sede universitaria, donde acudió a promover el No al plebiscito al que convocará el gobierno con el fin de apoyar o rechazar los acuerdos que salgan de las conversaciones en La Habana entre el gobierno y la insurgencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Álvaro Uribe solicitó que no se animen a apoyar el Sí sólo por todo lo que se ha dicho de él como persona.

El ex mandatario considera que las negociaciones con las FARC atentan contra el orden constitucional del país y legalizan la impunidad para los rebeldes, responsables de delitos de lesa humanidad.

Durante el acto una joven le recordó que durante su gobierno, de ocho años, no hizo nada por la paz. De hecho, algunos alumnos hicieron alusión al paramilitarismo y su supuesta sed de venganza.

Uribe Vélez trató de explicar su posición, pero los estudiantes lo interrumpieron al grito de Sí a la paz. Luego lo abuchearon con expresiones de ¡Fuera, fuera!

El viernes, la mesa de negociación entre el gobierno y las FARC anunció un protocolo que reglamenta un próximo cese el fuego bilateral, lo que acerca la fecha para la firma de un acuerdo definitivo que busca poner fin a más de cinco décadas de conflicto.

Mientras tanto, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), segunda organización rebelde de Colombia, señaló que no comparte la esencia de los acuerdos alcanzados entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las FARC, que están en su etapa final.

En un comunicado difundido en su página de Internet, el ELN dijo respetar la mesa de negociación en Cuba, pero cuestionó que se mantenga congelado el diálogo con su organización.

Consideró que las FARC buscan “convertirse en una organización legal aceptando acuerdos que exculpan al Estado de su responsabilidad en el desarrollo de la guerra sucia y el terrorismo de Estado”. Añadió que con estos acuerdos el gobierno niega la naturaleza política del alzamiento armado y mantiene un régimen que catalogó de oprobioso.

El proceso de paz debe ser de amplia participación de la sociedad y sólo será posible si se dan transformaciones estructurales de la sociedad y del Estado, concluyó.