Acta Sociológica presentará múltiples visiones de la pobreza en México/VIII
Reyes y López: nuevo método de medición de la pobreza vinculado al salario mínimo
iguel Reyes y Miguel López (RyL), profesores de la UIA-Puebla, y miembros del Observatorio de Salarios (OS) de dicha universidad, del cual el primero es director, escribieron un artículo que introduce un nuevo Método de Medición Multidimensional de la Pobreza. El artículo es parte del número temático sobre pobreza de Acta Sociológica, revista académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, que empezará a circular en las próximas semanas. El nuevo método fue desarrollado en el OS y se denomina Método de Bienestar Socioeconómico (MBS). Nació vinculado el esfuerzo del OS por calcular el salario mínimo constitucional (SMC) que, para merecer tal nombre ha de cumplir estrictamente con lo señalado en el artículo 123 de la Constitución: Los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos
. En el OS se tomaron en serio este texto, incluido el hecho de que señala que un SM debe ser suficiente para una familia, es decir que, con uno que trabaje y perciba el SM, la familia promedio pueda satisfacer sus necesidades normales y proveer para la educación obligatoria de los hijos. No debe sorprender que, después de un minucioso trabajo, obtuvieran la cifra de $578 pesos por día como el SMC para mayo 2016.
Este cálculo servirá en los próximos meses para la polémica legislativa en torno al SM y permitirá contrastar las propuestas minimalistas que lo sitúan, en el mejor de los casos, en $100 por día o $3,000 mensuales (Mancera dixit). Varias comparaciones adicionales son pertinentes: Con la línea de pobreza (LP) utilizada en el MMIP (basada en la Canasta Normativa de Satisfactores Esenciales de Coplamar, con algunos ajustes realizados a lo largo de los años) que es de $401 pesos a mayo de 2016; con la LB (línea de bienestar) y la LBM (línea de bienestar mínimo) del Coneval en el medio urbano (mucho más altas que las rurales), que son de $10,615 y $5,292, respectivamente, para un hogar de cuatro personas, o $318 y $176 pesos diarios. Estos tres umbrales por familia promedio, junto con el SM vigente, el SM propuesto por Mancera de $100 y el SM de 1976 actualizado por inflación a 2016, se comparan en la gráfica con las de RyL. Como se aprecia, al hacer el SM vigente = 100, el propuesto por Mancera es de 137, el de 1976 actualizado de 338, el de Coneval urbano de 435.6, el del MMIP 549 y el del MBS de 792. A reserva de hacer una revisión detallada, la diferencia entre la LP del MMIP y la del MBS se explica por dos razones: a) el carácter anacrónico de la CNSE de Coplamar, insuficientemente corregida, que excluye rubros nuevos que se han vuelto necesarios, sobre todo de tipo electrónico; y b) la fuerte subestimación de Coplamar del costo de la vivienda.
Por razones de espacio, omito la descripción de la metodología del MBS y sólo menciono dos diferencias centrales con el MMIP: a) el MBS no incluye la dimensión de pobreza de tiempo, una de las innovaciones más destacadas del MMIP; y b) el MBE introduce procedimientos estadísticos (como normalizar las brechas de los hogares con la desviación estándar en vez del umbral, e introduce un factor de ajuste de las variables de NBI con base en un modelo de regresión lineal entre ellas.
A pesar de estas diferencias, los resultados del MBS en términos de incidencia de la pobreza (% de población pobre) son del mismo orden de magnitud que los del MMIP y, por tanto, están ambos muy por arriba de los del Coneval, como se muestra en el cuadro. Aunque el MBS obtiene niveles de pobreza más altos tanto en ingresos (hemos visto que su LP es más alta que la del MMIP) y en necesidades insatisfechas (NI o NBI) el resultado en términos de la pobreza multidimensional es menor, probablemente por la exclusión de la pobreza de tiempo. He añadido tres columnas al cuadro para mostrar los interesantes resultados que los autores obtienen mediante dos ejercicios de simulación cuyo propósito es demostrar que el criterio intersección lleva a la subestimación de la pobreza. La primera simulación la describen así:
“…consiste en utilizar los indicadores y umbrales del Coneval pero usando el método de agregación y los ponderadores desarrollados por Alkire-Foster, conocido como conteo de doble corte
, pues además de establecer un umbral para cada una de las dimensiones, utiliza otro umbral que sirve para identificar a la población en pobreza con un conteo (ponderado) de las dimensiones en las que una persona sufre privaciones. La categoría de vulnerables, inexistente en el método de Alkire-Foster, desaparece. Se parte ahora de siete dimensiones: el ingreso y seis necesidades insatisfechas (NI). El ingreso, pasa de tener (en forma implícita) el 50 por ciento de la ponderación con el criterio de intersección, a una ponderación igual a cada carencia social”.
Como se aprecia, con el primer ejercicio de simulación, lo que en el cuadro se llama Coneval modificado (con procedimientos de Alkire Foster), la pobreza aumenta 13.8 puntos porcentuales respecto al Coneval que usa el criterio de intersección. Con la segunda simulación, aplicando al MBS el criterio intersección, la pobreza disminuye en 11.8 puntos porcentuales y con el criterio unión (que sobre-estima la pobreza) aumenta a 87.5 por ciento. En ambos casos se demuestra la subestimación introducida por el criterio intersección.
En las versiones originales del método de Alkire-Foster (Counting and Multidimensional Poverty Mesaurement, OPHI Working Paper N° 7
, Oxford, 2007-2008) cada indicador puede llevar ponderadores diferentes o iguales. Pero en diferentes aplicaciones de los propios autores se ha usado como ponderador de ingresos 0.5, dejando a los indicadores directos o de NBI en su conjunto, el otro 0.5; mientras en otras aplicaciones sin la dimensión ingresos, han usado ponderadores iguales para todos los indicadores.