Xalapa, Ver.

El titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Veracruz, Arturo Bermúdez Zurita, uno de los principales colaboradores del gobernador priísta Javier Duarte de Ochoa, renunció al cargo luego de darse a conocer que él y su esposa son propietarios de cinco residencias en el complejo The Woodlands, valuadas en 2.4 millones de dólares, según registros oficiales del estado de Texas.

Bermúdez Zurita dimitió a menos de cuatro meses de que concluya la actual administración estatal, en medio de señalamientos por enriquecimiento ilícito en su contra y críticas a la política de seguridad.

Todos mis bienes son producto del trabajo como funcionario, ingresos fuera del gobierno y a través de créditos; he actuado conforme a la ley, afirmó inicialmente Bermúdez Zurita ante la información publicada en medios.

Sin embargo, el gobierno del estado emitió ayer un comunicado en el que informó que el funcionario había presentado su renuncia para esclarecer el origen de su patrimonio personal y defenderse de las acusaciones.

Indicó que como encargado de despacho fue designado José Nabor Nava Holguín, quien era subsecretario de Seguridad Pública.

En julio pasado, el gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares dio a conocer que en torno a Bermúdez Zurita hay una red de 21 empresas, en las que están involucrados sus hermanos y hasta su madre, y con las cuales el gobierno había contratado servicios por 72 millones de pesos por concepto de proveedurías para la SSP.

Yunes presentó ante la Fiscalía General del Estado una demanda para que se investigue a estas compañías de turismo, transporte, aviación, comida, hoteles y seguridad.

Antes de los señalamientos por presunto enriquecimiento ilícito, Bermúdez Zurita fue criticado por empresarios, académicos y defensores de derechos humanos por el fracaso de la política de seguridad pública en el estado.

En el lapso en que encabezó la SSP (desde julio de 2011), en Veracruz se incrementaron las tasas de secuestro, extorsión, homicidios y desaparición forzada, según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

En octubre de 2015, las agresiones a defensores de derechos humanos y activistas llevaron a la Organización de Naciones Unidas a realizar una visita a la entidad y emitir un pronunciamiento.

Uno de los momentos que pusieron en evidencia el trabajo de Bermúdez Zurita al frente de la SSP fue la desaparición forzada de cinco jóvenes de Plaza Vicente, a manos de policías estatales adscritos al municipio de Tierra Blanca, en enero de este año.

Este suceso conmovió a la sociedad veracruzana e indignó a cientos de familiares de personas desaparecidas que antes del caso de Tierra Blanca habían señalado la desaparición impune de jóvenes a manos de agentes estatales.

Sobre este caso el ex funcionario declaró que era una traición que nos indigna, pero el esfuerzo y dedicación de miles de elementos no puede quedar empañado por el actuar de unos cuantos malos.

Durante su gestión fue recurrente el uso de bastones eléctricos y toletes para reprimir manifestaciones. Así ocurrió el 22 de diciembre de 2015, cuando desalojaron a un grupo de pensionados de la calle Enríquez, y el 14 de septiembre de 2014, cuando dispersaron a golpes una manifestación de maestros que protestaban contra la reforma educativa, en Plaza Lerdo, en la capital del estado.

En Veracruz, donde han sido asesinados 19 periodistas durante la gestión de Duarte de Ochoa, Bermúdez Zurita y los elementos bajo su mando se distinguieron por un trato hostil hacia los medios de información.

En marzo de 2013 el mando policiaco acusó al fotoperiodista Félix Márquez –quien documentó la existencia de guardias comunitarias en el municipio de Tlalixcoyan– de alterar fotografías y amenazó con encarcelarlo.

El que debería estar detenido es él. Fue a sacar las fotos y paga a los ciudadanos para que rayen, pongan grafitis en la ciudad. Eso lo están haciendo en diferentes partes de la República, dijo en esa ocasión.

Sin embargo, medios y organizaciones defensoras de la libertad de expresión constataron la autenticidad de las imágenes captadas por Márquez y decidieron sacarlo de Veracruz por temor a represalias.

Pese a las voces que pedían la destitución de Bermúdez Zurita, Duarte de Ochoa lo respaldó en todo momento. En varias ocasiones aseguró que gracias a su trabajo la incidencia delictiva en Veracruz era menor a la media nacional y que la policía del estado era una de las corporaciones policiales más confiables del país.

En enero del 2014, cuando fue cuestionado por la desaparición forzada de Gibrán Martiz, cantante del concurso La Voz México, Duarte amenazó: Si se va Bermúdez, me voy yo.

Amplía Duarte de Ochoa denuncia contra sucesor

Al presentarse ayer en la fiscalía estatal para ampliar la denuncia que interpuso contra Yunes Linares por enriquecimiento ilícito, Duarte de Ochoa declaró: Todo gobierno es susceptible de ser infiltrado por la corrupción, y para ello existen instituciones encargadas, para investigar. Será responsabilidad de Bermúdez Zurita defenderse; estará en todo su derecho de poder aclarar estas situaciones, concluyó.