La diócesis de Cuernavaca, Morelos, encabezada por el obispo Ramón Castro, ratificó que es una integrante más del Frente Amplio Popular (FAP) que impulsa la destitución del gobernador perredista Graco Ramírez Abreu ante la ola de inseguridad en el estado, informó el vicario general de la diócesis de Cuernavaca, Luis Millán.

Subrayó que la Iglesia católica decidió unirse a otras 100 organizaciones no gubernamentales que “no pueden quedarse cruzadas de brazos mientras a diario asaltan, secuestran y asesinan a los morelenses sin que los elementos del mando único del gobierno del estado lo impidan y sin que la Fiscalía General del Estado (FGE) haga justicia.

La Iglesia (católica) no puede quedarse paralizada, abstraerse del problema o celebrar las defunciones. No puede quedar al margen. Sus miembros son los que están sufriendo. La Iglesia tiene la responsabilidad de participar en el caminar de una comunidad, expresó.

Sobre la acusación del Partido de la Revolución Democrática (PRD) de que el obispo ataca al gobernador por apoyar el matrimonio igualitario, el vicario dijo: Una cosa es la inseguridad, la percepción que la Iglesia tiene de sus fieles sobre esta situación tan compleja. Lo de los matrimonios igualitarios es diferente: es una cortina de humo para confundir y hacer pensar que (la inseguridad) no es asunto del obispo ni de la iglesia.

Mientras, el Comité Ejecutivo Nacional del PRD demandó ayer al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, que investigue y en su caso sancione al obispo de Morelos, Ramón Castro Castro, por vulnerar el Estado laico al encabezar el FAP en contra el gobernador Graco Ramírez.

De no actuar en defensa del derecho a la no discriminación de la población sexualmente diversa y la laicidad del Estado mexicano se corre el riesgo de que los grupos conservadores se radicalicen y obstaculicen (en éste y otros temas) las decisiones políticas que corresponden a las instituciones del Estado, en favor de los diferentes sectores de la sociedad, advirtió.