Menciona cinco sitios con ecosistemas en los fondos marinos
Jueves 4 de agosto de 2016, p. 8
El Centro del Patrimonio Mundial de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) analiza en París las formas para incluir en su lista de protección a las maravillas situadas en altamar, que cubre más de la mitad del planeta.
Las islas coralíferas, bosques tropicales flotantes, volcanes submarinos o torres rocosas con aspecto de ciudades sumergidas son sitios que no pueden aspirar a ser parte de la lista del patrimonio mundial porque están situados en altamar, lejos de cualquier jurisdicción nacional.
En un informe presentado ayer titulado Patrimonio mundial de alta mar: una idea que se abre camino se mencionan cinco sitios que ilustran diferentes ecosistemas, biodiversidad y fenómenos naturales que pueblan los fondos marinos.
Cualquiera de ellos, refiere el organismo internacional, podría aspirar a ver reconocido su valor universal excepcional, principio determinante que la convención para la protección del patrimonio mundial reconoce a lugares notables que trascienden las fronteras nacionales.
Salvaguarda deficiente
En el informe se estudian el Domo Térmico de Costa Rica (Pacífico), un oasis oceánico único en el mundo que sirve de hábitat y lugar de reproducción de numerosas especies amenazadas; el Café de los tiburones blancos (Pacífico), único lugar conocido donde se reúnen esos ejemplares en todo el Atlántico norte; el mar de los Sargazos (Atlántico), que alberga un ecosistema único organizado en torno a una concentración de algas flotantes.
Además del Campo hidrotermal de la Ciudad Perdida (Atlántico), situado a 800 metros de profundidad, dominado por monolitos de carbonato que pueden alcanzar 60 metros de altura, y Atlantis Bank, una isla fósil sumergida situada en aguas subtropicales del océano Índico.
Al igual que ocurre en tierra firme, las profundidades y las zonas más apartadas del océano albergan lugares únicos que merecen un reconocimiento igual que el que se ha concedido al Parque Nacional del Gran Cañón, en Estados Unidos, a las islas Galápagos, en Ecuador, o al Parque Nacional de Serengeti en Tanzania
, subrayó Mechtild Rössler, directora del Centro del Patrimonio Mundial de la Unesco, en el prefacio del informe.
Aunque alejadas de la costa, estas zonas no están al abrigo de amenazas como el cambio climático, la explotación minera de los fondos marinos, la navegación o la contaminación por plásticos. Para que puedan beneficiarse del reconocimiento y la protección de la Convención del Patrimonio Mundial de 1972.
El informe explora algunas pistas para extender en el futuro la protección de esa convención a las zonas de altamar.
Aunque el altamar tiene valor excepcional a nivel mundial, goza de escasa protección
, dijo Dan Laffoley, asesor principal de ciencias marinas y conservación de la UICN y uno de los coautores del informe.
Son zonas expuestas a amenazas como la contaminación o la sobrepesca, por lo que es crucial movilizar a la comunidad internacional para asegurar su conservación a largo plazo.