Futurista y nada nostálgico, sino el más espiritual de sus trabajos en el que, dicen, “le bajaron varias rayitas a las boludeces”, es el nuevo disco de Illya Kuryaki and The Valderramas. Así defineron los argentinos Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur a La humanidad o nosotros (LHON), su nuevo material, que presentaron ayer en México en el Hotel W.

En el fondo y en la superficie se advierte la fusión: rock, funk, soul, rap, plasmadas en 13 canciones. Colaboran Natalia Lafourcade, en Ey, Dios, y Michael B. Nelson, en Estrella fugaz.

Llegamos anoche a México luego de una gira por Colombia. Estamos felices, expresó Dante.

Emmanuel afirmó: “En este momento el disco refleja cómo nos sentimos en la actualidad: evolucionados mentalmente y solidarios naturalmente; es decir, como una persona que se dedica al pueblo, sin intermediarios, con el corazón. Nada político, ¿eh? Es decir, es un tipo real y eso es lo que somos, desde la referencia con el disco Chaco, que es una región de Argentina, y a la vez un lugar de comunidades indígenas, de las más puras de nuestro país”.

De la gira, contó: “Estuvimos en Argentina, Chile, Colombia y ahora nos iremos a Bolivia, a Uruguay. Nos está yendo bien y el disco es bien recibido. En este cedé dimos un cambio, un volantazo, porque está conectado más espiritualmente. Gallo negro es un tema más chamánico. Tenemos influencia de España... tiene mística, ¿no? Con este disco buscamos conectarnos con gente de otros lados. Hay como una celebración, realmente. Ritmo mezcal es una de las canciones funkeras incluidas. Obviamente, tiene una genética mexicana, porque el mezcal lo conocimos acá. Es la genética cultural”.

Influencia de la música negra

Dante admitió que en la producción se advierte la influencia de la música negra. “Esta es una de nuestras influencias, porque en realidad somos una banda muy esponja. Se plasma el momento y eso se siente en el disco, que es casi artesanal. Creo que la palabra que carga al disco es espiritual. Hicimos la boludez a un lado. Nos concentramos por primera vez en temáticas más profundas. La espiritualidad y la fe rondan el disco y muchas letras. Creo que esto tiene que ver con que hemos vivido más”.

Dante: Están el amor, la vida, la familia, Jesús, Alá... No sé, en lo que se quiera creer. La misma banda que graba en el disco es la que nos acompaña en la gira.

Algunas de sus rolas más conocidas son de desmadre, de relajo, como A mover el culo. Dante opinó: No nos separamos de nada en este disco. Somos un grupo de desmadre. Lo que pasa es que utilizamos más la melodía, la canción honda.

Se presentarán en concierto el 19 de octubre en el Palacio de los Deportes, junto con Los Fabulosos Cádillacs. Con ellos tocamos hace mil años, cotorreó Dante.

Con las nuevas generaciones han sumado adeptos. Dante señaló: Somos una banda que nació en los años 90, pero no hacemos música de esa década. Estamos más clavados en los 70. No somos un grupo de nostalgia. Sí tenemos experiencias que la vida va dando. Entre más viejos somos más futuristas. Hay una evolución como parte de la vida.

Sobre el funk, Emmanuel consideró que a él Bruno Mars no le desagrada. Me puse a bailar muchas veces en mi casa. La música funk, la bailable, le hace bien al alma. Es una de las que más nos une a nosotros dos. Cada uno tiene su mundo propio. Hemos descubierto bandas de los años 80 que no conocíamos y tienen unos discazos, increíbles. El funk ha evolucionado y ahora se escucha uno más electrónico. Hay gente que hace bien las cosas y quien las hace horribles. La verdad, nosotros disfrutamos de la mezcla. Hay que gozar la música.

Dijeron que no conocen a ningún grupo de funk de México.