El PRI no pueder ser un partido de nombres
Precisa un modelo que le permita conservar la Presidencia
Rumbo a su primer informe de labores, el mandatario estatal habla sobre la situación económica de la entidad y analiza el estado en que se encuentra el Revolucionario Institucional, el cual, subraya, debe convertirse en un partido nacional
Lunes 1º de agosto de 2016, p. 12
En su necesaria transformación el PRI no puede ser un partido de nombres, sino de carácter nacional, que sin ocurrencias construya primero el modelo y la estrategia que lo puedan llevar a conservar la Presidencia de la República en 2018. Cuando lo tengamos le ponemos nombre a quien encabezará el proyecto
, afirmó el gobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas.
Una semana antes de que presente su primer informe de gobierno –que tendrá como base el anuncio de que se logró superar la crisis más difícil por la caída de los precios del petróleo y de que el estado tiene ya una economía consolidada–, sostuvo que la 22 asamblea nacional del tricolor es la oportunidad para hacerlo un partido nacional.
En torno a los ajustes necesarios en ese instituto político, señaló en entrevista: “El PRI no es una sociedad anónima. Todos los priístas somos iguales. La unidad no es sumisión. El tricolor es de todos, somos todos. Estamos todos”.
Al evaluar los resultados de la elección pasada, en la que el Revolucionario Institucional perdió siete de las 12 gubernaturas en disputa, señala que sin duda no son buenos y no se deben a un factor. Expone: El PRI somos miles. No son dos o tres que cometieron actos de corrupción
.
Durante la charla, Moreno Cárdenas se dice contento por los resultados de su gestión, aunque no satisfecho. Eso sí, ha cumplido uno de sus principales compromisos expresado en la toma de posesión: combatir la corrupción. Quienes faltaron hoy están pagando, enfrentando su responsabilidad, muchos de ellos en la cárcel.
Recibió, dice, una administración sustentada en el petróleo, que derivó en la pérdida de 22 mil empleos directos e indirectos, a consecuencia de la baja de los precios, sólo en Ciudad del Carmen. Fue la crisis más dura en 40 años. Aplicamos un programa de reactivación económica y se logró que Petróleos Mexicanos cubriera las deudas con los proveedores, principalmente las pequeñas y medianas empresas, y hemos emprendido obras que cambiarán el rumbo y la imagen a Campeche.
Buena parte de las obras y programas, indica, se deben al respaldo del gobierno de Enrique Peña Nieto y a las gestiones hechas como gobernador.
No sé los demás estados, pero el Presidente ha ayudado a Campeche. De otra forma no saldríamos adelante. En Ciudad del Carmen, por ejemplo, se construyen tres centros de investigación del sector energético, que tienen una inversión de 500 millones de pesos, pero con el respaldo de Peña Nieto será de 800 millones en tres años. Será el primer consorcio de investigación, en el que trabajarán más de 600 expertos, y modelo de educación. En Campeche continuará el petróleo, pero tendremos otras oportunidades en turismo, campo y desarrollo portuario
, resalta.
–¿Campeche va hacia un cambio radical?
–Tenemos un dicho: en Campeche tan no sucede nada, que ni el mar se mueve. Estamos sacudiendo el estado para bien. La clave es que los políticos deben ser auténticos. El año más importante de un gobernador es el séptimo, para el que hay que prepararse.
“La historia nos va a juzgar. Lo más importante es no perder la identidad. Cuando escucho un político que dice ‘no hay tiempo’, mi respuesta es: el tiempo no falta ni sobra. Se aprovecha. Tenemos mucho potencial.
Estamos trabajando con un alto compromiso. Lo dije en la toma de protesta: el único exceso en mi gobierno es el trabajo, y el único faltante el conformismo. Llegó la hora y vamos a demostrar de qué estamos hechos los campechanos. Claro que podemos pasar de la esperanza a la certeza. No estoy satisfecho, porque necesitamos lograr más para el estado, y en 11 meses ya lo demostramos.
–Sin embargo, hay una imagen que tiene la sociedad de sus gobernantes sobre la impunidad y la corrupción. ¿Cómo recuperar la confianza?
–No podemos pagar todos por unos. Cada quien tiene que responder por sus actos. No podemos tolerar ningún acto de corrupción o impunidad, pero tenemos que empezar por casa. La transparencia y la rendición de cuentas la estamos construyendo.
“A todos los políticos nos quieren poner en el mismo lugar, pero no es así. Los ciudadanos quieren resultados, y si bien milito en el PRI soy el gobernador de todos los campechanos y tengo que gobernar sin distingo de colores, cumpliendo con los compromisos de campaña y el programa de la coalición que me llevó al gobierno, pero con resultados.
“Voy a reafirmar la confianza de quienes votaron por mí, pero también la de quienes no. Este es un gobierno de resultados. En campaña me comprometí a derogar la tenencia, y di mi palabra, que como la ley se debe cumplir. La gente está harta de la corrupción y la impunidad, pero más aún de los políticos que prometen y no cumplen.
“La tenencia implicó dejar de recaudar 247 millones de pesos en estos momentos de crisis, pero el que se debe ajustar es el gobierno. Beneficiamos a más de 146 mil propietarios de vehículos. Además, el peaje de los residentes de Carmen está exento, y eso costó otros 50 millones. ¿Qué hice? Ajusté el gasto y el estado marcha con proyectos.
“Hemos cumplido con becas, autobuses gratuitos para estudiantes. Ya somos el primer lugar en seguridad. Sostengo pláticas con empresas, pero no voy a anunciar algo que no tenga amarrado y en los próximos meses aterrizarán inversiones. Hoy, Campeche crece en infraestructura como nunca.
Además, llevo una excelente relación de respeto con todos los partidos políticos. En mi gobierno, lo he dicho, política y diálogo. Ley y firmeza.
–¿Hay solución a la incredulidad ciudadana en la política?
–La ciudadanía sólo cambiará la percepción con base en el desempeño de los políticos, la aplicación de la ley. Justicia oportuna, porque si no llega a tiempo se vuelve injusticia.
“La gente quiere ver cambios y sanciones. No se trata sólo de perseguir, porque los tiempos de las persecuciones políticas ya acabaron, sino de garantizar la aplicación irrestricta de la ley.
En mi caso, no soy empresario, no tengo constructoras. Estoy dedicado 100 por ciento a la política, con el sacrificio que ello implica para mi esposa e hijos. Lo que tengo está a la vista de todos.
–El PRI tiene pendiente su 22 asamblea. ¿Hacia dónde debe ir la transformación del partido?
–A muchos que están en el PRI hasta pena les da decir que militan en el tricolor. Soy orgullosamente priísta. Ah, que tiene errores que corregir, sin duda. Lo primero que debe hacer es una revisión interna. Necesita ser un partido nacional, con representación de todo el país en la dirigencia. Los priístas somos iguales, nuestro voto vale uno.
Necesitamos integrar un PRI sólido, sin ocurrencias, con destino, que no se equivoque. Primero el proyecto y luego el nombre, no al revés. Hoy debemos trabajar fuerte para que la gente tenga claro que es el partido de la gobernabilidad y la estabilidad.
–¿Bajar a los liderazgos a la base?
–Ese es el reto. El PRI necesita construir un liderazgo. No podemos ser la defensa a ultranza cuando hay errores; se requiere aprender de ellos, pero también ser oposición. Un partido moderno y de vanguardia, transformar los sectores y las organizaciones, llenarse de un pensamiento liberal.
“La unidad es, en la diversidad, poder encontrar el fin común del partido. No hay unanimidad en las decisiones, pero todos debemos compartir el proyecto. Quien promueva la división en el partido por posiciones personales, de grupo, no quiere su desarrollo.
“Tenemos que cuidarlo. El PRI sabe perder, ganar y ponerse de pie. Perdimos todo en 2000, y en junio, aunque no ganamos siete gubernaturas, fuimos el partido más votado. ¿Cuál es la fórmula del éxito? Buen gobierno, buenos candidatos, buen partido. Triunfo seguro. Pero sin uno de esos elementos, se pone en riesgo.
Vamos a la 22 asamblea. Los delegados de Campeche serán partícipes activos y voy a ejercer mis derechos políticos, como militante, a plenitud y a fondo, cuidando lo que marca la ley. Voy a participar y trabajar en la transformación del partido. El PRI es de todos y entramos todos.