Rocha, El Fisgón y Armando Bartra exploraron el tema en una charla pública
Domingo 31 de julio de 2016, p. 7
Imágenes negativas del país y racismo predominaron en la caricatura política estadunidense sobre la Revolución Mexicana.
En ello coincidieron los moneros Rafael Barajas El Fisgón y Gonzalo Rocha, colaboradores de La Jornada, y Chavo del Toro, de El Economista, así como el antropólogo Armando Bartra, durante la plática pública México y Estados Unidos, una relación a debate.
Ésta tuvo lugar la noche del viernes en el Museo Nacional de la Revolución, como parte de las actividades paralelas a la exposición En la mira del Tío Sam: caricatura de la Revolución Mexicana, que se exhibe en ese recinto desde el pasado 9 de junio y hasta el próximo 9 de octubre.
Moderados por Juan Manuel Aurrecoechea, curador de la muestra, los participantes destacaron la relevancia histórica del material gráfico recabado por ese investigador para tener una nueva mirada sobre la Revolución Mexicana y, al mismo tiempo, conocer la forma en que ésta fue vista en el extranjero y las repercusiones que tuvo.
El Fisgón afirmó que el singular acervo recuperado por Aurrecoechea en periódicos y revistas estadunidenses de la época –integrado por 2 mil imágenes, de las cuales se exhibe 83 en dicho museo– permite advertir los enormes intereses que se movían en el vecino país del norte en torno de la gesta armada de 1910 y la profunda injerencia que éste tuvo en esos hechos, por momentos decisiva y, en otros, contradictoria.
Estereotipos que perviven
Ante el enorme bagaje de información que a su decir ofrece ese material, consideró que pueden emprenderse varias líneas de investigación. Una fundamental, dijo, está relacionada con los estereotipos que esas imágenes manejan sobre los mexicanos.
Hay arquetipos y estereotipos que traen dedicatoria muy fuerte contra nosotros. Nos tratan como perros, como micos, como gente revoltosa, sucia y desordenada; es una cantidad de prejuicios brutal que merece ser analizada
, enfatizó.
Al respecto, Armando Bartra destacó que las imágenes que proliferaron en medios de comunicación estadunidenses sobre la Revolución Mexicana no sólo responden a las políticas editoriales de esas empresas periodísticas e intereses económicos.
También reflejan profundos sentimientos racistas, tanto de los autores de esas caricaturas como de los medios de comunicación y de sus consumidores, los lectores, afirmó.
Para el antropólogo, ese racismo contra México y sus habitantes es un rasgo que permanece hasta la fecha en diversos sectores de la sociedad estadunidense y vaticinó que en En la mira del Tío Sam: caricatura de la Revolución Mexicana puede verse el trato que recibiremos los mexicanos en caso de que Donald Trump sea el próximo presidentes de Estados Unidos.
De acuerdo con El Fisgón, el material gráfico reunido por Juan Manuel Aurrecoechea también permite observar que hay agendas muy claras que se traducen en caricaturas e imágenes que buscan establecer una visión negativa del pueblo mexicano.
Uno de los propósitos, explicó, era justificar una intervención del gobierno estadunidense contra nuestro país, como ocurrió con la invasión a Veracruz en 1914 o la expedición punitiva contra Pancho Villa en 1916.
Estos cartones pertenecen a periódicos en los que los dueños son empresarios, gente con grandes intereses y que le gusta recrear la imagen del México bárbaro, incivilizado, y en el que la potencia tenía que intervenir porque éramos supuestamente incapaces de gobernarnos por nosotros mismos
, dijo Gonzalo Rocha.
Según este monero, resulta muy paradójico que los mexicanos nos quejemos del trato que nos dan los estadunidenses cuando, finalmente, también aquí se adoptó ese modelo de trato racista, el cual sigue hasta la fecha, por ejemplo, contra los pobres y las etnias. No nos hagamos güeyes, también aquí se ve
, acusó.